Si has llegado aquí, seguramente has escuchado que la felicidad genuina viene de abrir nuestra mente y corazón. Incluso puedes haberte embarcado en el camino de fomentar los estados mentales virtuosos que nos acercan a esta aspiración. Y si eres analítica(o) como yo, sin duda te habrás preguntado cómo funciona todo esto. ¿Cuál es la ciencia detrás de estas técnicas milenarias meditativas? Y ¿cómo la ciencia mide su impacto en nuestro cerebro y en nuestra vida? Claro, no es necesario saberlo. Sin embargo, estos descubrimientos han sido una fuente de entusiasmo increíble para mi práctica. Por eso quiero compartir estos conocimientos contigo.
Contenidos
- Un encuentro afortunado
- Entrenar la mente, cambiar el cerebro
- Cultivar el bienestar
- Ciencia y Dharma: una gran coalición
1. Un encuentro afortunado
El proceso en el que nos entrenamos en cultivar estados virtuosos hasta que se conviertan en nuestro estado natural es lo que conocemos como meditación. Este entrenamiento sistemático nos permite restablecer el estado base de nuestra mente que hoy en día está obstruido por ruido interno y externo.
Gracias a seres iluminados como S. S. el Dalái Lama, quien ha mostrado curiosidad e interés por la explicación científica del mundo, el encuentro entre esta filosofía milenaria y la ciencia ha sido posible permitiendo que la naturaleza del budismo esté abierta a la exploración y el cambio.
2. Entrenar la mente, cambiar el cerebro
Empezamos con el rompecabezas de cómo se mide científicamente el cultivo de estados meditativos y los efectos en nuestro cerebro.
¡Aquí entra la electroencefalografía (EEG)! Una técnica que permite ver las ondas de actividad eléctrica del cerebro, íntimamente relacionadas con el desarrollo de las funciones cognitivas.
Al adherir sensores a la piel circundante al cráneo 1, 2 se puede medir todo aquello que percibimos externa e internamente, ya que nuestro cerebro opera con un lenguaje químico y eléctrico.
Y gracias a que este lenguaje puede ser descifrado, los científicos podemos evaluar los efectos de cultivar los estados meditativos en nuestro cerebro.
a. Shamatha y vipassana
La parte de nuestro cerebro ubicada en la región frontal de la cabeza se conoce como corteza prefrontal, pero ¿cuál es su función? Es una región muy importante. ¡Es el área del cerebro evolutivamente más desarrollada! Entre sus funciones se encuentran:
▪ La toma de decisiones,
▪ Juicios acerca del bien y del mal,
▪ La predicción de consecuencias futuras de nuestros actos y
▪ La creación de expectativas
Los científicos han encontrado que la corteza prefrontal cambia estructural y funcionalmente con la meditación
Cuando los meditadores se encuentran en shamatha o vipassana y al mismo tiempo son evaluados con EEG 3, se detectan variaciones en las ondas eléctricas cerebrales. Principalmente:
▪ La disminución de la actividad de ondas delta, asociadas con etapas de sueño profundo
▪ El aumento de las ondas beta, ondas más rápidas asociadas con etapas de atención focalizada y
▪ El aumento de las ondas gamma, implicadas en el proceso de percepción consciente, atención y memoria a corto plazo
¿Qué quiere decir todo esto?
Que el cerebro se va remodelando por medio de la práctica meditativa para habitar de forma natural un estado de calma y lucidez
El cerebro del monje budista tibetano, Yongey Mingyur Rinpoche, ha estado también bajo la lupa de la ciencia 4, 5 (Esp), 6 gracias a su participación en diversos proyectos académicos, entre ellos “BrainAGE”, un sistema que permite calcular la edad del cerebro del individuo.
Y te preguntarás, ¿cómo se puede medir esto?
La parte externa que recubre nuestro cerebro se conoce como materia gris, y es aquí donde se encuentran los cuerpos de las neuronas. Lo interesante es que se ha demostrado que el envejecimiento, junto al deterioro cognitivo, se correlaciona altamente con la disminución de la misma 7. Es así que, evaluando los niveles de materia gris, podemos tener una aproximación de la edad de nuestro cerebro.
En este estudio se recogieron resonancias magnéticas funcionales (fMRI) del cerebro del monje en cuatro momentos de tiempo entre 2002 y 2016. Junto con la lectura científica del EEG, la técnica fMRI permite ver qué partes del cerebro están más (o menos) involucradas mientras los participantes realizan la meditación.
El estudio mostró que:
La edad cerebral del monje avanzó a un ritmo más lento que lo esperado para su edad de calendario; y su tasa de envejecimiento cerebral fue significativamente más lenta que la de la población general
Basándose en la última exploración que se le realizó en 2016 cuando tenía la edad calendario de 41 años, Mingyur Rinpoche mostraba la edad promedio a nivel cerebral de 33 años de la población general.
b. Meditación zen
Resultados similares se han encontrado con la práctica de meditación zen, donde existe un retraso en la pérdida del volumen de materia gris, más específicamente en el putamen, una estructura cuya función principal es la regulación del movimiento, pero también del procesamiento atencional.
Estos hallazgos 8 se suman a una creciente literatura 9, 10, 11 proponiendo que:
La práctica regular de la meditación protege al sistema nervioso y reduce el deterioro cognitivo asociado con el envejecimiento normal
c. Mindfulness
Cuando tenemos la más mínima sensación de dolor queremos que se vaya inmediatamente ¿no es así?
Lo interesante es que se ha demostrado que mindfulness es uno de los métodos más efectivos para tratar el dolor crónico. Esto significa voluntariamente vivir intensamente en el aquí y el ahora, con aceptación y sin juicios.
A un grupo de científicos se le ocurrió evaluar con fMRI la activación neuronal asociada al dolor, su anticipación y habituación con meditadores expertos durante una práctica de meditación similar al mindfulness.
Y encontraron que:
▪ Meditadores expertos informaron la misma intensidad de dolor, pero menos molestias, y una habituación más rápida al mismo a diferencia de meditadores principiantes.
De igual forma, encontraron que:
▪ Las estructuras cerebrales que procesan las reacciones emocionales tienen una actividad menor en los meditadores.
Estos hallazgos 12 sugieren que:
El cultivo de la meditación nos permite disminuir la ansiedad ante eventos futuros, desagradables o dolorosos, mientras que aumentan los recursos atencionales que nos permiten adaptarnos más rápidamente a estos eventos
¿Son los efectos de la meditación igual al efecto placebo?
Asombrosamente la ciencia ha mostrado que NO. La meditación enfocada en mindfulness produce un mayor alivio del dolor empleando mecanismos neurales distintos a aquellos implicados en el efecto placebo 13 (Esp).
Actualmente, la meditación se ha sugerido como un posible tratamiento adicional en los casos de dolor crónico y como medida preventiva para aquellas personas sometidas a constantes situaciones de estrés 14.
3. Cultivar el bienestar
a. Amor bondadoso y compasión
Quizás te preguntarás ¿qué pasa en el cerebro cuando se medita en amor bondadoso y compasión?
Científicos de la universidad de Wisconsin respondieron a esta pregunta estudiando el cerebro de meditadores expertos entre los que se encontraba Matthieu Ricard 15, un monje budista, biólogo, escritor y fotógrafo. ¡Ah! Y por si fuera poco, también “el hombre más feliz del mundo”. Y no es para menos, los resultados encontrados son asombrosos.
Durante la práctica, logró una sincronización de sus ondas eléctricas cerebrales produciendo un nivel de ondas gamma de los más altos reportados en la literatura; así mismo presentaba alta actividad en la corteza prefrontal izquierda del cerebro, ¡un área asociada con la felicidad y el entusiasmo!
En otras palabras:
Los meditadores con experiencia logran un estado de mayor felicidad con una menor propensión a la negatividad
Este estudio se suma a otros hallazgos donde se postula que la meditación, que involucra emociones positivas, genera cambios puntuales en la actividad eléctrica del cerebro que pueden alcanzarse por medio del entrenamiento continuo 16.
Es aquí donde la ciencia comprueba lo propuesto por el budismo:
La compasión como antídoto contra estados mentales negativos
4. Ciencia y Dharma: una gran coalición
Una de las características más extraordinarias y bien estudiadas del cerebro es su capacidad de cambio en respuesta a eventos internos y externos.
Los estudios aquí mencionados evidencian dicha capacidad. El entrenamiento mental permite cultivar estados mentales positivos –que aumentan nuestro control atencional y emocional–, a la vez que transforma la autoconciencia, expandiendo nuestra capacidad cognitiva a todo nivel por medio de la utilización de medios hábiles como la meditación.
La ciencia nos permite evaluar rigurosamente la realidad de nuestro mundo interno y externo, contrario a los dogmas. Y el Dharma nos proporciona las claves para transitar el camino hacia la liberación interior a través de la práctica y vivencia derivadas del conocimiento y la comprensión.
Nos encontramos en un momento maravilloso donde la relación entre ciencia y budismo se ha beneficiado de innumerables avances tecnológicos que nos permiten ver el Dharma permeando nuestro organismo. ¡Otra fuente de entusiasmo para continuar nuestra práctica espiritual!
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En castellano:
▪ Rasgos alterados – En este libro se describen las investigaciones más avanzadas sobre la meditación y sus efectos en el cerebro y en el cuerpo.
▪ Cerebro y meditación: Diálogo entre el budismo y las neurociencias – Aquí se presenta un diálogo profundo entre la ciencia contemplativa y la ciencia tradicional, intentando desarrollar una verdadera y completa “ciencia de la mente”.
▪ Los beneficios de la meditación: La ciencia demuestra cómo la meditación cambia la mente, el cerebro y el cuerpo – El libro muestra las transformaciones de nuestros rasgos de personalidad, producto de la meditación; y los autores delinean una nueva metodología capaz de desarrollar una mayor variedad de técnicas que nos ayudarán a obtener un alto beneficio de la práctica.
▪ El universo en un solo átomo – En este libro S. S. el Dalái Lama explora diversos temas científicos en relación con el budismo; y hace un llamado a valorar los grandes aportes que puede hacer la unión entre la ciencia y la espiritualidad.
En inglés:
▪ Contemplative Science: Where Buddhism and Neuroscience Converge (Columbia series in Science and Religion) – El libro propone la “ciencia contemplativa” como un método de investigación de la mente desde la perspectiva en primera persona.
▪ The Mind’s Own Physician: A Scientific Dialogue with the Dalai Lama on the Healing Power of Meditation – Este libro presenta el decimotercer encuentro entre S. S. el Dalái Lama y neurocientíficos, donde se abordan una variedad de preguntas vitales relacionadas con la ciencia y las aplicaciones clínicas de la meditación.
¡Qué los disfrutes!
8 comentarios
Magnífico Trabajo. Lo leí cómo respuesta a mi parte analítica. Gracias Ngawang Lhamo. Gracias Equipo Paramita.
Sonia Güechà ( Ngawang Jinpa Dolkar )
Gracias Lizeth por compartir tu conocimiento, excelente artículo.
Muy interesante. Muchas gracias.
Gracias Lizeth por el artículo y por compartir tus conocimientos.
Muchas gracias a todos por sus comentarios! Lo más valioso de todo esto, es que pueda ser de beneficio para todos.
Crecer en el dharma a través del estudio, reflexión y meditación como nos enseña el lama Rinchen es una oportunidad bellisima para recorrer nuestro camino a la liberación de una forma sana y sostenible. Cada gotita de conocimiento o insight con amor y una base bien sustentada nos motiva a continuar con alegría nuestra práctica.
Es interesante poder ver el budismo desde sus diferentes posturas, como ciencia, religión y filosofía. Aprofundar en ello, nos da bases más sólidas y nos permite tener más confianza para continuar la práctica y encajar todas estas posturas nos ayuda a entender mejor lo que es el budismo, un vehículo muy poderoso que nos llevará a la liberación y el despertar para el beneficio de todos!
Gracias por compartir tus conocimientos!
Gracias por compartir Lizeth. A mi parte «analítica» le ha parecido de lo más interesante. Un saludo.