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Vipassana: así es como la meditación erradica las causas del sufrimiento

«La separación entre ciencia y metafísica está determinada por los límites de la investigación experiencial, no por la Naturaleza o Dios»

Alan Wallace

Todo el mundo intenta vivir su vida lo mejor que puede. Todos queremos felicidad y estar libres de sufrimiento. Pero inevitablemente la realidad parece darnos una bofetada en la cara y sacarnos de nuestra pequeña burbuja de realidad: las relaciones se terminan, los proyectos no salen y nosotros o nuestros seres queridos enferman. “¿Por qué ocurre esto?”, nos preguntamos. Sin embargo, pocos son los que se comprometen a buscar una respuesta definitiva a esta pregunta. Hace 2600 años, el príncipe Siddharta Gautama desarrolló un método para dar solución al enigma que a todos nos aflige. A través de practicarlo diligentemente, en una noche de luna llena logró la perfección del ser, la completa Iluminación. A este método lo llamó vipassana.

De acuerdo a las enseñanzas budistas, la meditación vipassana (vipashyana en sánscrito) es la práctica espiritual más sofisticada y poderosa para erradicar definitivamente las causas últimas del sufrimiento. Nuestro malestar actual no es más que el resultado de una serie de causas progresivamente más sutiles. De este modo, el sufrimiento actual (físico, mental y emocional) es causado por nuestras acciones (karma) no virtuosas del pasado. Estas, a su vez, son producidas por las emociones aflictivas que surgen en nuestra mente, como el odio, la envidia y el aferramiento. A un nivel más profundo, las aflicciones surgen del egocentrismo, la exagerada preocupación por nuestro bienestar que descarta las necesidades de otros. Finalmente, el egocentrismo viene de una comprensión distorsionada del modo en el que nosotros y todo lo que nos rodea existe.

Este nivel más profundo se conoce como ignorancia fundamental, y es la base de todo sufrimiento posterior. Por no entender el modo en que funciona la realidad, tanto subjetiva como objetiva, no hacemos más que tropezarnos con ella. Vipassana trata de corregir esto.

Todo el camino budista está enfocado en el desarrollo de sabiduría, la comprensión experiencial que percibe en primera persona el modo último de existencia de la persona y de los fenómenos. Para llegar a ello, el practicante debe seguir una metodología que se adelantó al método científico en más de dos milenios: la ciencia contemplativa de la mente.

El laboratorio y el objeto a investigar son la propia mente. Por lo tanto, necesitamos que nuestro laboratorio esté en las mejores condiciones para trabajar en él; el entrenamiento en la conducta desarrolla las bases para tener una mente estable y tranquila. Después, afinamos los instrumentos que vamos a utilizar; el entrenamiento en la concentración enfoca la mente para que no se distraiga. Finalmente, investigamos en profundidad el objeto de estudio, viéndolo desde diferentes ángulos, experimentando con él e indagando en las leyes que lo rigen; con vipassana vamos deshaciendo todas las concepciones erróneas y falsas creencias respecto a la mente y el mundo.

Vipassana, en definitiva, consiste en utilizar nuestra mente, tanto racional como contemplativa, para dar respuesta a las grandes preguntas que a todos nos afectan: ¿quién soy yo? ¿Cuál es mi relación con el mundo? ¿Puedo liberarme definitivamente del sufrimiento? ¿Cómo puedo ayudar mejor a otros? A través su práctica, poco a poco vamos desvelando estos misterios, empoderándonos para llevar una vida más feliz, sabia y beneficiosa para otros.

 

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Venerable Gyaltsen

El ven. Gyaltsen es monje residente en el Centro Budista Sakya, donde sirve guiando meditaciones, traduciendo textos e interpretando para los maestros. En 2018 se doctoró en Psicología y hoy se forma en el idioma tibetano.