En el rico tapiz de la iconografía budista pocos símbolos son tan profundos e instructivos como el Bhavachakra —Rueda de la vida—. Este antiguo diagrama no es meramente decorativo; es un mapa completo de la consciencia que revela cómo nos enredamos en el sufrimiento y, más importante aún, cómo podemos liberarnos de él. El Bhavachakra presenta la esencia de las enseñanzas del Buddha sobre la naturaleza de la existencia, el karma y el camino hacia la iluminación en una sola imagen visualmente impactante.
Ya seamos practicantes nuevos o experimentados en los conceptos budistas, comprender el Bhavachakra ofrece perspectivas invalorables sobre el funcionamiento de la mente y de los patrones que dan forma a nuestra experiencia. A medida que exploremos cada capa de esta representación cósmica —desde los 3 venenos en su centro hasta los 12 eslabones de la originación dependiente en su periferia— descubriremos no solo conceptos filosóficos, sino herramientas prácticas para transformar nuestra relación con el sufrimiento y encontrar mayor paz en la vida cotidiana.
Acompañadnos en este viaje a través de la Rueda de la vida —donde la sabiduría antigua se encuentra con la relevancia moderna—, aprendiendo cómo esta enseñanza simbólica puede ayudarnos a navegar por las complejidades de la existencia humana con mayor conciencia y compasión.
Contenidos
- Comprendiendo el diagrama cósmico de la existencia
- Los 3 venenos — El eje central
- El karma — El segundo círculo
- Los 6 reinos de la existencia samsárica — El tercer círculo
- Los 12 eslabones de la originación dependiente — El círculo exterior
- ¡Buenas noticias! La Rueda que gira en los dos sentidos
- Aplicación práctica: transformando la Rueda en la vida cotidiana
- La relevancia práctica del Bhavachakra
1. Comprendiendo el diagrama cósmico de la existencia
La palabra bhavachakra proviene del sánscrito y se desglosa en dos vocablos:
• Bhava, que se refiere a existencia, nacimiento o el proceso de llegar a ser, específicamente el devenir o el estado de ser. Esto implica tanto la creación de una nueva existencia como el continuo cambio y transformación de los seres.
• Chakra, que significa rueda o círculo, simboliza la naturaleza cíclica e interminable del proceso de vida, muerte y renacimiento.
Por lo tanto, el término bhavachakra se relaciona con la Rueda de la vida que ilustra el ciclo de nacimiento, sufrimiento, muerte y renacimiento, particularmente dentro del contexto del samsara. Este ciclo es un proceso vicioso que está condicionado por el apego, la aversión y la ignorancia, y por el karma que se acumula, perpetuando el sufrimiento y el renacimiento.
Otros nombres comúnmente utilizados como sinónimos de Bhavachakra son:
• Rueda del bhavachakra
• Rueda de la vida
• Rueda (del ciclo) de la existencia
• Rueda del devenir
• Rueda (Ciclo) del samsara
• Rueda del sufrimiento
• Rueda del nacimiento y de la muerte
• Ciclo del nacimiento y del renacimiento
• Rueda de la transformación
El Bhavachakra consta de una serie de círculos concéntricos. Pretende transmitir una imagen de dinamismo, tanto dentro de cada círculo como entre ellos. Cada círculo es causa del que le envuelve, y dentro de cada uno hay un movimiento y relación entre los distintos aspectos del mismo.
Yama, el Señor de la Muerte, sostiene la Rueda, simbolizando la inevitabilidad de la muerte y la naturaleza transitoria de la vida, la impermanencia. Sobre la Rueda, el Buddha (en el lado derecho) señala hacia la morada de Amitabha o Amitayus (en el lado izquierdo), que a veces se ilustra como la luna. Esta imagen nos enseña el camino hacia la iluminación. Amitabha o Amitayus aparece acompañado de dos figuras a su izquierda y derecha: la sabiduría trascendental y la compasión activa, elementos esenciales en el camino budista.
2. Los 3 venenos — El eje central
Tres animales que se muerden la cola se encuentran en el centro de la imagen. Representan los llamados 3 venenos, las principales aflicciones que son la causa raíz del sufrimiento y la perpetuación de samsara.
El cerdo — Ignorancia
• Simboliza la aflicción primaria, la confusión mental y la incomprensión de la verdadera naturaleza de la realidad. Incluye la concepción errónea del “yo” y el apego a un mundo impermanente. La ignorancia es la causa raíz de todo sufrimiento y el comienzo del ciclo del samsara.
El gallo — Deseo, apego o ansia
• Refleja nuestro anhelo por el placer, las posesiones y las experiencias, así como nuestro apego a estos elementos fugaces. El deseo conduce al sufrimiento porque está basado en la falsa creencia de que las cosas temporales pueden traer felicidad duradera.
La serpiente — Odio, ira o aversión
• Representa los estados emocionales negativos que surgen de nuestro apego a las cosas y a las personas. Estos estados conducen a reacciones de resentimiento, mala voluntad y aversión. El odio, alimentado por estas emociones, nos mantiene atrapados en el samsara, perpetuando el conflicto y el sufrimiento.
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La imagen en el círculo central representa la interconexión de los 3 venenos y cómo se refuerzan mutuamente, manteniendo activo el ciclo de la existencia. Estos son los principales obstáculos que impiden a los seres alcanzar la iluminación. Romperlos es un aspecto clave de la práctica budista, ya que permite pasar del ciclo de nacimiento y renacimiento hacia la liberación.
3. El karma — El segundo círculo
El segundo círculo, situado alrededor del primero, se divide en dos mitades.
La mitad izquierda, de color blanco, representa el karma positivo
• Simboliza las acciones virtuosas. Este lado muestra cómo las acciones motivadas por la sabiduría, la compasión, el desapego y otros aspectos virtuosos generan un karma positivo.
• Representaciones visuales. A menudo se muestran imágenes que reflejan buenas acciones, como dar limosna, practicar la meditación, ayudar a los demás, vivir de manera ética y cultivar pensamientos y actitudes positivas.
• Resultado. Las acciones de este tipo llevan a consecuencias favorables, como el renacimiento en circunstancias más afortunadas o en reinos superiores, y posiblemente a la liberación de la rueda del samsara.
La mitad derecha, de color oscuro, simboliza el karma negativo
• Simboliza las acciones no virtuosas. Esta mitad está asociada con las acciones impulsadas por los 3 venenos que generan karma negativo.
• Representaciones visuales. Suele incluir imágenes que reflejan conductas destructivas, como el robo, la mentira, la ira, el odio, el egoísmo y otros comportamientos perjudiciales.
• Resultado. Estas acciones conducen a resultados desfavorables, como el sufrimiento y el renacimiento en reinos inferiores.
En otras palabras, las acciones impulsadas por los 3 venenos acarrean, respectivamente, resultados agradables o dolorosos.
4. Los 6 reinos de la existencia samsárica — El tercer círculo
Los resultados del karma positivo o negativo se manifiestan en el tercer círculo, que representa los 6 reinos de la existencia dentro del samsara. Y se dividen en dos secciones:
Los reinos superiores: arriba, de izquierda a derecha
• El reino de los seres humanos. Solo desde este dominio es posible liberarse del ciclo del devenir y alcanzar el nirvana.
• El reino de los devas (seres celestiales). Los devas son entidades divinas que gozan de una existencia llena de lujo y poder, con una vida prolongada. No obstante, el disfrute de estos privilegios no les permite reconocer el sufrimiento ajeno, lo que les impide cultivar la sabiduría y la compasión. Aunque parecen estar por encima de las dificultades, también afrontan la muerte y el renacimiento.
• El reino de los asuras (titanes o semidioses). Los asuras comparten algunas características con los devas, tales como el poder y la riqueza, pero están marcados por la envidia. Por esta razón, estos «dioses celosos» anhelan lo que poseen los seres celestiales.
Los reinos inferiores: abajo, de izquierda a derecha
• El reino de los animales. Estos seres se distinguen por su prejuicio y desconfianza hacia lo que es ajeno o desconocido. Viven bajo el constante temor de ser devorados por otros animales.
• Los planos infernales (reinos de sufrimiento extremo). Este es el más aterrador de los seis reinos. La ira y la agresividad sin control son las causas que conducen hasta aquí.
• El reino de los pretas (espíritus hambrientos). Estos espíritus están definidos por un hambre insaciable y un ansia constante, y suelen asociarse con comportamientos compulsivos como la adicción y la obsesión.
Aunque los tres reinos superiores se consideran afortunados y los tres inferiores desafortunados, todos ellos están atrapados en samsara, lo que significa que todos los seres en estos reinos están inevitablemente encadenados al sufrimiento en múltiples manifestaciones.
Es importante comprender que los 6 reinos no se refieren necesariamente a lugares literales o físicos. Pueden interpretarse simbólicamente como diferentes estados de conciencia a lo largo del flujo constante de renacimientos, así como condiciones emocionales y mentales en las que los seres se encuentran debido a sus acciones y pensamientos.
Por ejemplo, el reino de los seres humanos puede verse como un estado de consciencia donde coexisten el sufrimiento y el potencial para el despertar, mientras que los planos infernales pueden representar experiencias de sufrimiento extremo y desesperación emocional o psicológica.
En este sentido, los 6 reinos nos invitan a reflexionar sobre las diversas expresiones en las que el sufrimiento y el placer se manifiestan en nuestras vidas y cómo nuestras acciones o karma nos conducen a diferentes resultados.
En resumen, es importante destacar el carácter de dinamismo centrífugo de la Rueda: los 3 venenos (círculo 1) son causa de las acciones volitivas que generan diferentes tipos de karma (círculo 2). Estos karmas crean estados de consciencia y realidades concretas en el plano del samsara, los 6 reinos de existencia (círculo 3). La existencia humana, uno de estos reinos, se pone en movimiento con unas leyes específicas de causalidad o la originación dependiente (el cuarto círculo, el exterior).
5. Los 12 eslabones de la originación dependiente — El círculo exterior
Cuando esto existe, eso llega a existir; con la aparición de esto, eso aparece. Cuando no existe, eso no llega a existir; con el cese de esto, eso cesa
—El Buddha (MN 78:8), citado en Samsara, nirvana y naturaleza de Buda, p. 204
El círculo exterior del Bhavachakra representa los 12 eslabones de la originación dependiente, un principio fundamental que explica cómo todos los fenómenos existen en dependencia unos de otros. Estos eslabones ilustran las etapas de la vida humana dentro del samsara, un ciclo continuo de nacimiento, sufrimiento y muerte.
Cada eslabón depende directamente del anterior y condiciona el siguiente, creando una cadena causal donde el estado sucesivo es resultado de causas previas. Este ciclo, aparentemente interminable, solo puede romperse a través del entendimiento profundo de esta interdependencia.
La representación tradicional de estos 12 eslabones comienza en la parte superior derecha con la ignorancia, y avanza en sentido horario hasta llegar a la vejez y muerte en la parte superior izquierda, completando así el ciclo de la existencia.
1) Ignorancia
Es la consciencia aflictiva de un yo, representada por una persona ciega, indicando la falta de conocimiento.
2) Formaciones o impresiones kármicas
La ignorancia lleva a la creación de semillas kármicas contaminadas, simbolizadas por un alfarero que da forma a estas impresiones o formaciones.
3) Consciencia
Las semillas kármicas crean una consciencia mental contaminada —bajo el control de las aflicciones y el karma—, ilustrada por un mono sobre un árbol, que ilustra la inestabilidad y dispersión de la mente.
4) Nombre y forma
Esta consciencia contaminada produce el nombre y la forma —mente y cuerpo—, los 5 agregados a los que nos aferramos, reflejados por una barca con dos personas.
5) 6 bases sensoriales
Este eslabón corresponde al desarrollo de las seis facultades sensoriales: visual, auditiva, olfativa, gustativa, somática y mental. Estas establecen el fundamento necesario para el surgimiento de la consciencia en sus respectivos dominios. El proceso perceptivo en sí no se manifiesta durante esta quinta fase, sino en la siguiente. En la iconografía tradicional vemos una casa con cinco ventanas y una puerta, simbolizando las vías sensoriales a través de las cuales percibimos el mundo.
6) Contacto
El contacto sensorial surge cuando las facultades sensoriales entran en relación con otros elementos, creando una interacción entre los sentidos y las impresiones. Se representa por una pareja abrazándose, sugiriendo esta interacción.
7) Sensación
A partir del contacto surge un tono hedónico de apego, rechazo o indiferencia, simbolizado por un cazador con una flecha en el ojo, lo que refleja el dolor o la percepción sensorial.
8) Ansia o deseo
El ansia, impulsada por el deseo de satisfacción inmediata o la huida del dolor, nos lleva a una dependencia del placer efímero y al rechazo del sufrimiento, creando un ciclo interminable de insatisfacción. Esto se ilustra con una persona bebiendo alcohol, indicando la búsqueda de gratificación.
9) Aferramiento o apego
Este deseo —o rechazo— se transforma en acciones volitivas con mayor intensidad, simbolizado por una persona arrancando fruta, mostrando el deseo de obtener algo.
10) Devenir o nueva existencia
El apego o aferramiento nos impulsa a buscar un nuevo nacimiento en el samsara, expresado por una pareja durante el acto sexual, lo que evoca el ciclo de vida y renacimiento.
11) Nacimiento
El deseo de renacer da lugar al nacimiento de una nueva vida, revelado por una mujer dando a luz.
12) Vejez y muerte
El nacimiento mismo genera el proceso inevitable de envejecimiento y muerte, denotado por una persona cargando un cadáver, mostrando el final de la existencia.
Es habitual explicar el Bhavachakra en el transcurso de tres vidas humanas. Cada eslabón no solo tiene repercusiones en nuestra vida presente, sino que también crea las condiciones para futuras existencias. En este sentido, los 12 eslabones reflejan el ciclo de la vida actual, siendo el resultado kármico de nuestras vidas pasadas, lo que refuerza la importancia de nuestras acciones y decisiones hoy.
En cualquier caso, la enseñanza fundamental es la causalidad. Todo lo que somos y experimentamos es el resultado de factores y circunstancias previamente creadas por nosotros.
Si bien estos 12 eslabones parecen atraparnos en un ciclo sin fin, el Buddha enseñó que comprenderlos también revela nuestro camino hacia la libertad, como exploraremos a continuación.
6. ¡Buenas noticias! La Rueda que gira en los dos sentidos
Aquel que ve la originación en dependencia, ve el Dhamma; y el que ve el Dhamma, ve la originación en dependencia
—El Buddha (MN 28; I 190-191), citado en En palabras del Buddha. Una antología de discursos del canon pali. 3ª ed, p. 479
Aunque la Rueda de la vida ilustra el sufrimiento y el ciclo interminable del samsara, también nos ofrece una valiosa oportunidad de cambio. Nos invita a reconocer nuestra capacidad de intervenir en ese ciclo, transformándolo. Esta perspectiva positiva está profundamente conectada con la primera enseñanza del Buddha, Las cuatro nobles verdades.
Serie progresiva de generación del samsara
Las dos primeras nobles verdades —la existencia del sufrimiento y el origen de este sufrimiento— son explicadas a través de la Rueda en su sentido horario.
En esta dirección, el ciclo comienza con la ignorancia —raíz de todos los problemas—, y progresa a través de los eslabones sucesivos: la creación del karma, la consciencia contaminada, el apego a la forma y el nombre… y así hasta el último eslabón —vejez y muerte— para luego comenzar de nuevo. Esto es samsara, donde la acción y el sufrimiento se perpetúan a través de nuestras decisiones y acciones kármicas.
Serie regresiva de eliminación y liberación del samsara
Sin embargo, el Bhavachakra también nos muestra el camino hacia la liberación, representando la tercera y cuarta de las nobles verdades —la cesación del sufrimiento y el camino que conduce a esta liberación—.
En la serie regresiva, la Rueda comienza a girar en sentido contrario, eliminando progresivamente los factores que alimentan el samsara. Invirtiendo el movimiento de la Rueda, deshacemos cada uno de los eslabones que nos mantienen atrapados en el ciclo del sufrimiento.
Al comprender estos eslabones y cómo cada uno de ellos está condicionado por los anteriores, podemos empezar a ver cómo liberarnos del ciclo. Y, mediante la sabiduría y la compasión, deshacer los lazos del sufrimiento para, finalmente, alcanzar la paz interior, rompiendo el ciclo del samsara.
7. Aplicación práctica: transformando la Rueda en la vida cotidiana
El Buda no solo enseñó los doce vínculos para enseñar la evolución del renacimiento en el samsara, sino también para conducirnos a una comprensión profunda de la dependencia causal y la vacuidad, y su compatibilidad
—Dalai Lama y Thubten Chodron, Samsara, nirvana y naturaleza de Buda, p. 273
Como bien señalan Su Santidad el Dalái Lama y la venerable Thubten Chodron en la cita anterior, los 12 eslabones de la originación dependiente también nos pueden guiar hacia una mejor comprensión de la causalidad y la vacuidad. Estos conceptos no son meramente filosóficos, sino que tienen una aplicación práctica directa en nuestra vida diaria.
Aun teniendo profundas implicaciones filosóficas, prevalecen en las palabras del Buddha los aspectos prácticos, invitándonos a transformar nuestra experiencia directa del sufrimiento y la ignorancia.
a. Reconociendo los 12 eslabones en nuestra vida
Cada uno de nosotros puede identificar los distintos eslabones en su propia vida. Y esto sucede gracias a la atención plena, la introspección y la observación consciente en nuestra trayectoria diaria. Al reconocer cómo se manifiestan los eslabones en nuestras emociones, pensamientos, palabras y acciones, podemos aplicar el mismo método de las cuatro nobles verdades:
1) Reconocer la existencia del sufrimiento.
2) Comprender su origen, que se encuentra en nuestra ignorancia y apego.
3) Aceptar que su cesación es posible.
4) Seguir el camino que conduce a esta cesación.
En otras palabras, se puede actuar en los 12 eslabones deteniendo el movimiento e invirtiendo la dirección del giro. Este proceso de intervención comienza con el reconocimiento consciente de lo que está ocurriendo en nuestra mente y de nuestras acciones.
b. Un ejemplo práctico: trabajando en el deseo
Tomemos como ejemplo el octavo eslabón: el deseo o ansia. El ser conscientes de cómo este surge en nuestro día a día nos permite empezar a reconocer sus raíces en la insatisfacción, avidez o apego a la gratificación. Al comprender que el deseo no tiene que gobernar nuestras acciones, existe la posibilidad de liberarnos de él.
Eliminar el deseo no solo tiene un impacto directo en nuestra experiencia, también previene la aparición de los eslabones siguientes. Por ejemplo, si eliminamos el aferramiento —noveno eslabón— no surgirán los procesos de devenir, nacimiento y muerte. De esta manera, al trabajar en un solo eslabón, interrumpimos todo el ciclo que nos mantiene atrapados en el samsara y comenzamos a transformar nuestra relación con el sufrimiento.
Este ejemplo se puede aplicar en cualquiera de los 12 eslabones. En cada uno de ellos hay una oportunidad de intervención, una ocasión para detener el flujo del samsara y cultivar una evolución interna hacia la libertad.
c. La insatisfacción en los 12 eslabones
Es importante reconocer que todos los eslabones del Bhavachakra reflejan la naturaleza insatisfactoria de la existencia samsárica. Aunque cada uno es necesario para mantener el ciclo, todos están marcados por la impermanencia y el sufrimiento.
Esta es una invitación a ver que al aferrarnos a uno de estos eslabones perpetuamos nuestra insatisfacción. Solo cuando comprendemos que estos están vacíos de un «yo» permanente y que su existencia depende de causas y condiciones, podemos empezar a liberarnos de su control.
d. Refutando el nihilismo y el eternalismo
El concepto de la originación dependiente también refuerza el Camino medio que el Buddha enseñó, el cual refuta tanto el nihilismo como el eternalismo.
• El nihilismo niega cualquier continuidad o dimensión espiritual después de la muerte.
• El eternalismo defiende la existencia de un yo sólido e inmutable.
Ambos puntos de vista son problemáticos porque mantienen una visión dualista de la existencia, alimentando la ignorancia fundamental que genera sufrimiento.
El Buddha nos presenta una alternativa: el Camino medio, que evita estos extremos y nos invita a ver la interdependencia de todas las cosas. Al rechazar tanto la idea de un yo eterno e independiente como la de la inexistencia total, el Camino medio nos lleva a una mejor comprensión de la vacuidad y de la verdadera naturaleza de la vida, una naturaleza que es interdependiente y transitoria.
El Buddha explica con precisión y belleza al venerable Kaccanagotta en el Kaccanagotta Sutra (Discurso con Kaccanagotta) cómo el origen dependiente se aplica al desarrollo de la visión correcta.
8. La relevancia práctica del Bhavachakra
El Buddha subrayó constantemente el carácter práctico de sus enseñanzas, siguiendo la analogía del médico: primero, reconocer la enfermedad; luego, identificar su causa; y, finalmente, ofrecer la medicina y el tratamiento. Esta metáfora ilustra cómo el reconocimiento de nuestro sufrimiento y la comprensión de sus causas nos permite utilizar el remedio adecuado para avanzar en el camino espiritual.
En esta exposición hemos abordado los aspectos prácticos del Bhavachakra. Los principios que subyacen en cada elemento de esta representación se encuentran sutilmente esbozados en las instrucciones iniciales del Buddha, especialmente en su primer giro de la rueda del Dharma.
Sin embargo, el valor filosófico del Bhavachakra es igualmente vasto. Muchos de los principios esenciales que presenta serían posteriormente desarrollados en tradiciones budistas tardías, como la escuela Madhyamaka —pilar clave del budismo tibetano—. Nagarjuna, uno de los grandes exponentes de esta escuela, dedicó el capítulo 26 de su obra Mulamadhyamakakarika (Versos fundamentales sobre el Camino Medio) a analizar la cadena de los 12 eslabones (Dalai Lama, El camino medio, p. 51 y siguientes).
Además, numerosos comentaristas majayana han utilizado esta enseñanza como base para desarrollar explicaciones más extensas sobre la vacuidad, las dos verdades y otros conceptos fundamentales que emergen en el segundo y el tercer giro de la rueda del Dharma.
Por lo tanto, una comprensión clara de la Rueda de la vida no solo nos ayuda a abordar las raíces del sufrimiento en nuestra vida cotidiana, también fortalece nuestra práctica, preparándonos para recibir conocimientos más avanzados en el futuro.
Reflexión
¿De qué manera puedes incorporar la comprensión del Bhavachakra en tus interacciones?
¿Cómo podría esta perspectiva transformar tus relaciones?
Imagenes
La bella imagen de la thangka del Bhavachakra y sus detalles utilizados en este artículo, sujetos a derechos de autor, han sido generosamente cedidos al Blog Paramita por el estudio de arte Enlightenment Thangka.
Enlightenment, situado en Boudha, Katmandú (Nepal) y con presencia online, produce pinturas tibetanas tradicionales de alta calidad elaboradas a mano siguiendo el sistema de geometría sagrada transmitido de maestro a discípulo durante milenios.
Bibliografía
El Dalai Lama. 2013. El camino medio: La fe basada en el razonamiento. Barcelona: Kairós.
El Dalai Lama y Chodron, Thubten. 2020. Samsara, nirvana y naturaleza de Buda. Biblioteca de Sabiduría y Compasión, vol. 3. Menorca: Ediciones Dharma.
Bodhi, Bhikkhu. 2022. En palabras del Buddha. Una antología de discursos del canon pali. 3ª ed. Barcelona: Kairós.
Bosque Theravada. Vibhanga Sutta: Discurso con el análisis del origen dependiente. SN 12.2. Recuperado el 25 de febrero de 2025.
Tsering, Gueshe Tashi. 2019. Las cuatro nobles verdades de Buda. Fundamentos del pensamiento budista. 3ª ed. Menorca: Ediciones Dharma.
5 respuestas
Que maravilla de artículo 💙.
Eones de agradecimientos al autor y a Paramita. 💫
Excelente exposición!!! Muy clara y detallada!
Muchísimas gracias.
Gracias.
Muchas gracias por vuestros amables comentarios.
Varias personas han contribuido a este artículo, y todas os deseamos de corazón que os ayude un vuestro camino aunque sea un poquito.
Un abrazo