El ayuno intermitente se ha puesto muy de moda últimamente en el ámbito de la salud, pero ha formado parte de costumbres culturales y espirituales ―incluso budistas― durante siglos. ¿Qué motivos hay detrás de esta práctica? ¿Qué hay que tener en cuenta? En este artículo te proporcionamos un breve panorama sobre qué es, sus posibles beneficios, efectos y contraindicaciones, además de un poco de contexto respecto a su utilización en la tradición budista.
Contenidos
- ¿Qué es el ayuno intermitente
- ¿Cómo elegir el ayuno indicado para ti?
- Consideraciones en el ayuno intermitente
- El ayuno en el budismo
- Recomendaciones
1. ¿Qué es el ayuno intermitente?
El término “ayuno” se refiere a la limitación o abstinencia de consumo de alimentos, tanto sólidos como líquidos, durante un período concreto de tiempo. Actualmente se utiliza como una herramienta que busca promover bienestar y salud intercalando la ingesta y la privación de alimentos.
El ayuno intermitente es tan amplio como autores y libros hay al respecto. Consiste en dejar de consumir alimentos entre 12 y 20 horas. Las franjas horarias pueden empezar y terminar en diferentes momentos del día, según el ayuno que se elija. Dentro de las más conocidas se conocen:
▪ Ayuno de 16/8: esta es una forma popular que implica un ayuno de 16 horas seguido de una ventana de alimentación de 8 horas.
▪ Ayuno de 18/6 o 20/4: este implica períodos de ayuno más prolongados, como 18 o 20 horas de ayuno seguidas de una ventana de alimentación de 6 o 4 horas, respectivamente y, por lo tanto, aumenta los tiempos de ayuno.
▪ Días alternos: más conocido como 5:2. Ayunar durante 24 horas, dos días por semana.
Dentro de las franjas horarias de un ayuno intermitente se puede optar por seguir un monoayuno en el que solo se consumen líquidos y un único alimento, por ejemplo, kitchari ―frijol mungo, arroz basmati, lentejas―, o se puede seguir una dieta vegana o lacto-vegetariana. En estas dos últimas categorías uno se abstiene de consumir alimentos de origen animal. En la primera se sigue una dieta basada en vegetales, cereales, legumbres, frutas y verduras. Y en la segunda también se pueden incluir productos lácteos como leche, queso, mantequilla, yogurt, entre otros.
Es fundamental destacar que las restricciones y las franjas horarias en el ayuno intermitente pueden variar en función de los requisitos nutricionales y la capacidad individual de cada persona para tolerar dicho ayuno.
2. ¿Cómo elegir el ayuno indicado para ti?
Es preciso valorar los siguientes factores antes de tomar la decisión de ayunar.
a. Estado de salud
Examina tu estado de salud general y cualquier problema médico existente o previo. Algunas situaciones pueden requerir precauciones especiales o, incluso, desaconsejar ciertos tipos de ayuno.
b. Rutina diaria y gasto energético
Considera tu estilo de vida y actividades diarias al elegir un tipo de ayuno. Teniendo en cuenta esto, puede ser conveniente adoptar ciertas franjas horarias, mientras que otras pueden requerir una planificación más cuidadosa.
c. Objetivos
Define tu propósito al practicar el ayuno. ¿Estás buscando mejorar tu salud, perder peso, promover el crecimiento espiritual o una combinación de todo esto? Comprender tus metas te permitirá elegir el enfoque adecuado.
d. Nivel de experiencia
Si eres nuevo en este ámbito, es posible que desees empezar con enfoques más suaves antes de explorar otros más rigurosos. A medida que adquieras experiencia y conocimiento, podrías implementar prácticas más avanzadas, siempre y cuando se adapten a tus necesidades y capacidades.
e. Apoyo y orientación
Busca ayuda y dirección de profesionales de la salud o nutricionistas y, en el caso de un ayuno espiritual, de tu maestro. Ellos pueden brindarte consejos personalizados y un respaldo durante tu práctica, asegurándote de que esta sea ajustada para ti.
3. Consideraciones en el ayuno intermitente
a. Beneficios
A continuación, nombramos algunos de los efectos positivos de este tipo de ayuno.
▪ Promueve la salud en general
▪ Fomenta la longevidad
▪ Favorece la pérdida de peso
▪ Proporciona claridad mental y discernimiento
▪ Aumenta la energía
▪ Mejora la resistencia al estrés, la memoria, la calidad del sueño
▪ Regula la presión arterial y la glucosa
▪ Fortalece el sistema inmunológico
▪ Reduce la morbilidad y la mortalidad
▪ Limita o disminuye el crecimiento de células cancerígenas, ya que promueve la reparación y regeneración del ADN en las células dañadas
b. Efectos secundarios
Estos pueden estar relacionados con bajos niveles de sodio, magnesio o cambios en los niveles de azúcar. Al inicio se puede experimentar:
▪ Dolor de cabeza
▪ Problemas digestivos – mal aliento, náuseas, reflujo ácido, estreñimiento o diarrea
▪ Niebla mental, letargo, fatiga
▪ Debilidad, mareos, desmayos
▪ Insomnio
▪ Ansiedad
▪ Déficit alimenticio e, incluso, desnutrición
Si los síntomas persisten más de tres días, debe suspenderse el ayuno y consultar con un especialista, médico de cabecera, dietista, nutricionista, etc.
Si bien el ayuno se ha estado utilizando como método para perder peso de forma pasajera sin una rutina formal, también puede presentarse el efecto rebote ―fenómeno por el cual una persona experimenta un aumento de peso después de seguir un período de ayuno intermitente―. Por eso, el consejo es utilizar el ayuno dentro de los hábitos saludables diarios.
c. Contraindicaciones
A pesar de que el ayuno intermitente parece una técnica natural no invasiva, hay que tener en cuenta sus contraindicaciones, las cuales deben ser abordadas desde la constitución de la persona, enfermedades de base, procesos metabólicos, capacidades digestivas, etc. No se debe realizar en los siguientes casos:
▪ Embarazo y/o lactancia
▪ Adultos mayores
▪ Niños menores de 12 años
▪ Personas con enfermedades crónicas o con debilidad física o inmunológica. Tampoco en período postquirúrgico.
4. El ayuno en el budismo
En el budismo tibetano se practican diferentes formas de ayuno.
a. Su origen
Este se remonta a los tiempos del Buddha Gautama, quien a lo largo de su vida practicó diversas técnicas ascéticas ―el ayuno entre ellas― como parte de su búsqueda espiritual y su camino hacia la iluminación.
Debido a los beneficios que le aportó, y desde los primeros días de su transmisión, también incluyó esta práctica en su comunidad de practicantes.
Hoy en día, abstenerse de comer durante las horas convenidas forma parte de la gama de preceptos budistas. En el caso de los practicantes laicos, es el séptimo de los diez votos de Soyong. Estos se toman durante un período de 24 horas en días especiales o para crear las condiciones óptimas para la reflexión y la meditación. Los monásticos también toman un voto de prescindir de alimentos tras el mediodía hasta el amanecer del día siguiente.
b. Sus propósitos
En el ámbito del desarrollo del ser, el ayuno puede tener diferentes objetivos, como:
▪ Cultivar una mayor conciencia del cuerpo.
▪ Aprender a satisfacer nuestras necesidades básicas con moderación al reducir la dependencia de la comida.
▪ Practicar la renuncia y desapego de los placeres sensoriales mundanos.
▪ Purificar el cuerpo de toxinas y conseguir una mente más vívida.
▪ Cultivar la disciplina, la voluntad, la resistencia mental y física, y la gratitud ― cualidades valiosas en la práctica espiritual―.
▪ Promover la atención plena. Al abstenerse de la ingesta de alimentos, abrimos un espacio para una mayor introspección y desarrollo espiritual, y así se pueden experimentar niveles más profundos de atención, concentración y claridad mental durante la meditación y fuera de ella.
▪ Comprender el significado de la impermanencia.
c. Normas generales para el ayuno en el budismo
Las normas del ayuno pueden variar dependiendo de la tradición budista, el tipo de practicante, la interpretación personal y el propósito del ayuno. Aquí tenemos unas pautas generales.
▪ Abstenerse de alimentos sólidos. Durante el período de ayuno hay que evitar consumirlos después del mediodía. En su lugar se puede optar por líquidos claros como agua, infusiones, zumos o caldos. También se puede limitar la cantidad o la frecuencia en la ingesta de alimentos durante un período específico.
▪ Abstenerse de ciertos alimentos. Según cada individuo o comunidad, se incluyen restricciones adicionales. Por ejemplo, se pueden evitar productos de origen animal ―lácteos y huevos―, alimentos picantes ―ajo, cebolla o guindilla― o ciertos estimulantes ―café o alcohol―.
▪ Practicar la moderación y la gratitud. Uno también se puede enfocar en estas virtudes reflexionando sobre la importancia de cuidar el cuerpo y la mente, así como cultivar la apreciación por los alimentos y los esfuerzos necesarios para obtenerlos.
▪ Realizar prácticas espirituales. Durante el ayuno se alienta a dedicar más tiempo al estudio, reflexión y meditación, incluyendo la recitación de mantras, oraciones y otras otras formas de cultivo espiritual.
5. Recomendaciones
Cada uno de nosotros como seres únicos tenemos diferentes metabolismos, propensiones y constituciones, al igual que cada practicante budista se encuentra en un momento distinto en su recorrido espiritual. Esto hace que todos atravesemos los períodos de ayuno intermitente de forma distinta. Por lo tanto, el ayuno debe ser adaptado en función de nuestras propias necesidades y circunstancias.
La mejor recomendación es ser guiado por un profesional de la salud para evitar cualquier riesgo innecesario ―como desequilibrios metabólicos, déficits nutricionales, malestar general, etc.―. Y si te interesa explorar el ayuno como parte de tu práctica budista, el asesoramiento de tu maestro o de la sangha te ayudará a obtener una pauta adecuada respetando las tradiciones y enseñanzas. En los dos casos, el ayuno intermitente se debería abordar de forma equilibrada y sostenible.
Bibliografía
Fung, Jason, Dr. y Moore, Jimmy. 2018. La guía completa del ayuno: Cuida tu cuerpo mediante el ayuno intermitente, prolongado y en días alternos. Madrid: Editorial EDAF, S.L.U.
¿Te animas a descubrir más sobre los preceptos budistas relacionados con la alimentación?
Aquí tienes una interesante charla de la venerable Thubten Chodron.
¿Has probado o practicas el ayuno intermitente?
¿Cuál es tu motivación? ¿Salud, espiritualidad o una combinación de ambas?
¡Relata tu experiencia en los comentarios!
9 comentarios
Hola Verónica, gracias por tu artículo. Me parecería importante que se incluyera también que el ayuno intermitente está desaconsejado para personas que hayan tenido o tengan trastornos de la conducta alimentaria y que también podría ser desencadenante de uno, si no se tiene una buena relación con la comida. De nuevo, gracias por la información.
Gracias Verónica. Cualquier práctica que nos ayude en enfocarnos por el camino del medio siempre es de agradecer. Gracias por la bibliografía que apuntas. Todo suma. Namasté
Gracias, siempre he querido hacer ese ayuno intermitente pero actualmente me encuentro en manos de una nutricionista que me está ayudando en mi gran desorden alimenticio y aún estoy en una etapa que las instrucciones son proteínas carnívoras que trato de evitarlas. Me falta para lograr ser vegetariano con lácteos y huevos que es lo que pretendo. Leí que ni los adultos mayores ni con enfermedades crónicas deben realizarlo y tengo las dos condiciones por lo que me pregunto si es aconsejable que cuando termine el tratamiento actual (para rebajar 20 Kg) pueda yo realizar el 8/16. gracias
Gracias a todos por sus comentarios.
En definitiva como menciono en el artículo siempre es recomendado tener la guía de un profesional. Toda técnica o herramienta que podamos utilizar en nuestro camino será de mayor beneficio cuando tengamos el conocimiento suficiente sobre la misma.
Saludos
Muchas gracias. Un abrazo a la Sangha querida.
Muchas gracias, es un gran aporte para todos los que estamos en este hermoso camino al despertar. Poco a poco estoy dejando el consumo de carnes. Fui vegetariana hace muchos años y en mi primer embarazo, me alertaron que debía retomar la ingesta de carnes rojas. No las consumo mucho, pero estoy cada vez más alejada de ellas, por salud y por conciencia del daño al planeta por la exagerada producción de carnes y leche, maltratando a nuestro planeta y a los animales con la desmedida producción a que se obligan, como si fueran máquinas y no seres sintientes. Un abrazo fraternal.
Acerca del ayuno ya sé un poco. Pero no creo que vaya a quedarme con las ganas de saber cómo sirves los rituales de longevidad de Tara blanca.
Pero el ejercicio físico acompañado de adecuada cantidad de proteína es mí mejor vía. Por ahora.
En definitiva, hay que crear las condiciones adecuadas.
Buena idea. Muchas Gracias.
Sobre el ayuno ya sabía pero Tara blanca es una novedad.
Voy a comprar una pesa blanca con el Tare para seguir programando el ayuno proteínico.
Gran artículo.Gracias.
Gracias Verónica un artículo muy interesante ☸️