En la quinta y última parte de este artículo, Los sutras del Dharma del gran vehículo (majayana), ofreceremos una introducción básica a los cánones budistas chino y tibetano, considerados como los principales repositorios textuales que han preservado la inmensa mayoría de estos sutras. No resultará exagerado afirmar que, gracias a la esmerada perduración de ambos cánones a lo largo de innumerables vicisitudes históricas, el gran vehículo de los buddhas continúa siendo una corriente espiritual viva en la actualidad.
También daremos una presentación de la Tradición Newar arraigada en Nepal, pues ha conservado de forma ininterrumpida una tradición textual canónica majayana en su lengua original, el sánscrito, acompañada de un complejo sistema doctrinal y ritual que ―tras más de dos milenios de transmisión― sigue proporcionando su transformadora influencia en la sociedad nepalí y en zonas adyacentes del Himalaya.
Por último, describiremos un género literario que, no por ser escasamente conocido en Occidente, es menos importante: las principales antologías de sutras majayana elaboradas en la India, Tíbet y China. Algunas de estas, compuestas por eminentes autoridades como Nagaryuna, Shantideva o Atisha, dan cuenta de la decisiva influencia ejercida por los sutras majayana en todos los ámbitos del Dharma, ya sean doctrinales, meditativos, éticos, rituales y sociales.
En definitiva, la revelación del gran vehículo no dejó de producirse en el pasado, lo continúa haciendo en el presente y seguirá efectuándose en el futuro, pues su fuente es intemporal: el conocimiento omnisciente alumbrado por la Madre de todos los buddhas: la Prajñaparamita.
Contenidos
- Cánones chino y tibetano
- Canon sánscrito de Nepal
- Antologías de sutras
- Epílogo: Los sutras del gran vehículo para los tres tiempos
1. Cánones chino y tibetano
Tras esta descripción sumaria de algunos de los principales sutras del gran vehículo, resultaría pertinente preguntarse, ¿dónde se han conservado? En términos generales, la respuesta más adecuada señalaría que en los cánones chino y tibetano. Si bien existen otros cánones que contienen sutras majayana, nos centraremos en los cánones chino y tibetano por ser los más completos y por contener el mayor número de traducciones provenientes de lenguas índicas.
a. El canon chino
El canon budista chino o, según su denominación tradicional, la “Gran biblioteca de sutras” (Dazangjing), comenzó a formarse desde el s. I e. c. y emprendió la traducción de obras majayana de la India y Asia Central desde el s. II e. c. hasta el s. XII e. c. Transmitido originalmente de forma manuscrita (s. V e. c.), pasó a inscribirse en piedra (s. VII e. c.) hasta su última fase impresa en xilografías sobre papel (a partir del s. X e. c.).
Contiene un total de dos mil quinientas noventa obras que abarcan los Agamas de las primeras escuelas budistas, sutras majayana, textos tántricos, diversos Vinayas, monografías de Abhidharma, tratados doctrinales y comentarios de sutras, así como crónicas históricas y manuales de iconografía (Wu, 2014, 363-71). La edición actual del Dazangjing impresa en tipos móviles fue elaborada en Japón entre 1924 y 1935 y lleva por título Taishō Shinshū Daizōkyō (“Nueva edición del canon budista compilada durante la era Taisho”) y está considerado como el canon definitivo para el Dharma de Asia Oriental.
Dentro del presente contexto, merece destacarse el alto valor bibliográfico que se asigna a las traducciones chinas de los textos de Dharma en general y de los sutras majayana en particular. Debido a que desde sus inicios el Dazangjing asimiló las diversas traducciones de sutras sin desecharlas ni actualizarlas, sino aceptándolas como partes constituyentes del canon, esto permitió la conservación de traducciones múltiples de los “mismos” sutras fechadas con exactitud, lo cual ha facilitado sobremanera el estudio de la evolución textual del Dharma a través del tiempo (Zacchetti, 2015, 180).
Otro aspecto digno de mención consiste en que la prescripción de copiar los sutras majayana con el fin de producir méritos propició la invención de la imprenta en China ―por la aplicación mecánica de xilografías sobre papel― durante la dinastía Tang (618-907 e. c.). Para ilustrar este punto, el libro impreso completo más antiguo con datación que se conserva en el mundo es precisamente el Sutra de la perfección de la sabiduría del vajra cortador, impreso el 11 de mayo del 868 e. c. en Dunhuang por el devoto Wang Jie, que en la dedicatoria señala «para su distribución universal gratuita, con el fin de perpetuar con profunda veneración la memoria de sus padres» (Carter, 1931, 41-42).
b. El canon tibetano
El canon budista tibetano se compone del Kangyur (lit. “Palabras (de los buddhas) en traducción”) y del Tengyur (lit. “Tratados (sobre las palabras de los buddhas) en traducción”) e integra unos cinco mil doscientos textos, constituyendo uno de los grandes logros literarios de la humanidad (Stanley, 2014, 385). Respecto a los contenidos del Kangyur como tal, incluye entre setecientas cincuenta y mil doscientas obras, en su mayoría sutras majayana, tantras vajrayana y una reducida porción de sutras “jinayana”, contando además con textos de Vinaya y Abhidharma (Eimer, 2002, 57-59).
El hecho de dicha variabilidad en el número de obras se explica por la diversidad de ediciones del Kangyur, lo cual conduciría a reconocer no un canon en exclusividad, sino una pluralidad de cánones. Desde finales del s. VIII hasta el s. IX se produjo en el Tíbet la traducción sistemática de textos traídos de la India en lo que se conoce como la “propagación inicial”, seguida de la “propagación posterior” desde el s. X hasta el s. XII. A partir de los catálogos imperiales de Denkarma y Pangthangma del s. IX, se elaboraría hacia el s. XIV el primer Kangyur en Narthang, el cual dio lugar a dos tradiciones canónicas: la Tshalpa (1347-1351) y la Thempangma (1431).
De ambas tradiciones derivarían a su vez diversos Kangyures designados con el nombre de su lugar de origen. Así, dejando aparte la tradición Thempangma basada en cánones manuscritos, de la tradición Tshalpa se derivan los cánones impresos en China con xilografías, siendo el primero el de Yonglé (1410), seguido por los de Wanli (1606), Pekín (1684), Lithang (1609-1614) y Coné (1721-1731). El Kangyur de Degé (1733) constituye una síntesis de ambas tradiciones y es particularmente apreciado por su exactitud editorial (Tauscher, 2015, 106-109).
c. Importancia de las traducciones chinas y tibetanas
Según lo relatado, las traducciones preservadas en los cánones chino y tibetano cuentan con una gran relevancia a la hora de tener un entendimiento más preciso del contenido y significado de los sutras majayana. Una autoridad en la materia lo destaca en estos términos:
Las traducciones chinas y tibetanas son fuentes fundamentales para el estudio de los sutras budistas. En aquellos casos donde no se ha conservado ningún texto en sánscrito, ambas traducciones constituyen la única manera de acceder a un sutra dado. Pero incluso en las circunstancias de que existan obras paralelas en sánscrito, aun así, las traducciones retienen su valor. Con frecuencia, estas primeras traducciones se basaron en originales indios que muestran un mayor o menor grado de diferencia respecto a los textos sánscritos que se conservan en la actualidad. Con el fin de entender correctamente este hecho, se deberá tener en cuenta la naturaleza fluida de los sutras, abiertos a cambios y actualizaciones constantes durante largos períodos de su historia. Por lo tanto, en lo concerniente al estudio filológico e histórico de esta literatura, las traducciones chinas y tibetanas deberán considerarse como testimonios que, en principio, se hallan en pie de igualdad con respecto a las versiones sánscritas
―Zacchetti, 2015, 179
d. Análisis comparativo de ambos cánones
Se ofrecerá a continuación un cuadro comparativo de los sutras majayana tal como se han catalogado en el canon chino Taisho y el canon tibetano de Degé, de acuerdo con las secciones tradicionales utilizadas en ambos cánones.
Señalaremos que la diferencia en el número de sutras de cada canon se debe a que el canon chino comenzó a compilarse siete siglos antes que el tibetano, y durante ese tiempo asimiló traducciones de diversas versiones de sutras con títulos idénticos o similares.
Canon chino Taisho (Dazangjing) | Nº de sutras | Canon tibetano Degé (Kangyur) | Nº de sutras |
Prajñaparamita |
42 |
Prajñaparamita |
23 |
Saddharmapundarika |
16 |
Incluidos en la sección general de sutras | |
Avatamsaka/Gandhavyuha |
32 |
Avatamsaka/Gandhavyuha |
45 |
Ratnakuta |
65 |
Ratnakuta |
49 |
Mahaparinirvana |
23 |
Incluidos en la sección general de sutras | |
Mahasamnipata |
28 |
Incluidos en la sección general de sutras | |
Colección de sutras |
422 |
Sección general de sutras |
267 |
Total |
628 |
Total |
384 |
2. Canon sánscrito de Nepal
Además de los cánones chino y tibetano ya descritos, hemos creído interesante presentar también una breve descripción del canon sánscrito nepalí por su carácter único. Es precisamente en Nepal donde se ha preservado de forma ininterrumpida una tradición del Dharma indio con más de dos milenios de antigüedad, que ha perdurado en su contexto asiático original y teniendo el sánscrito como lengua sagrada. Es también aquí donde se ha conservado la vasta mayoría de la literatura del Dharma en sánscrito (Rospatt, 2015, 819).
a. La Tradición Newar
La comunidad encargada de efectuar tal logro se designa como Newar, término que abarca tanto un grupo étnico, como su lengua y cultura vinculadas con el Valle de Katmandú. De hecho, dicho valle se ha denominado tradicionalmente como “Nepal”, pues “Newar” y “Nepal” son etimológicamente idénticos. El Dharma Newar se caracteriza por una combinación especial de doctrinas y prácticas majayana y vajrayana (Gellner, 1992, 5).
b. Los “nueve Dharmas”
El núcleo textual de mayor relevancia para el Dharma Newar está constituido por los “nueve textos entrelazados” (nava-grantha), también designados como los “nueve Dharmas” (nava-dharma), o los “nueve Sutras” (nava-sutra):
• Sutra de la perfección de la sabiduría en ocho mil líneas (Astasahasrika-prajñaparamita Sutra)
• Sutra de la colección raíz (Gandavyuha Sutra)
• Sutra de las diez tierras (Dasabhumika Sutra)
• Sutra del rey de los samadhis (Samadhiraja Sutra)
• Sutra sobre el descenso a Lanka (Lankavatara Sutra)
• Sutra del loto blanco del Dharma verdadero (Saddharmapundarika Sutra)
• Sutra sobre los secretos de los tathagatas (Tathagataguhya Sutra)
• Sutra del vasto juego (Lalitavistara Sutra)
• Sutra de la suprema luz dorada (Suvarnaprabhasottama Sutra)
Dicho conjunto de nueve sutras puede entenderse como una síntesis particular que procura abarcar los principales aspectos doctrinales que integran el Dharma del gran vehículo.
c. El mandala de los “nueve Dharmas”
En el presente contexto, convendrá subrayar el uso ritual de los nava-grantha efectuado por la tradición Newar, pues según su entendimiento este conjunto de sutras encarnan la joya del Dharma, representada iconográficamente por la Prajñaparamita ―la joya del Buddha se representa por Aksobhya y la joya de la Sangha por Avalokiteshvara―. Los nueve sutras se disponen en forma de un mandala que tiene por centro el Astasahasrika-prajñaparamita Sutra, el cual se consagra y se venera como la encarnación de la diosa Prajñaparamita (Rospatt, 2015, 821).
Además, dicha estructuración de los nueve sutras en forma de mandala se proyecta en el espacio, pues a cada uno de los nava-grantha se le asigna un lugar de peregrinación donde es recitado en determinados días auspiciosos. Según la concepción Newar, los nava-dharma desempeñan múltiples funciones litúrgicas que abarcan desde la recitación ritual con fines apotropaicos, la inserción en estupas como reliquias que encarnan el “cuerpo del Dharma” (dharma-kaya) del Buddha, hasta la instalación en los hogares de los devotos Newar con el propósito de protegerlos y bendecirlos (O’Neill, 2020, 40-50). En este sentido, una estrofa de elogio a los “nueve Sutras” entendidos como una entidad unificada subraya:
Este es el rey de todo aquello que ha sido bien dicho
y otorgado por todos los tathagatas.
Es el Tathagata quien reside en esta casa
y es solo aquí donde la joya de los nueve Sutras siempre permanece.― O’Neill, 2020b, 47
3. Antologías de sutras
Como se ha comprobado por lo descrito hasta ahora, el hecho de que los sutras majayana fuesen tan numerosos, contasen con una gran diversidad de enseñanzas y en algunos casos contuviesen extensas exposiciones, suscitó inevitablemente que se elaborasen antologías de sutras. Este nuevo género literario consiste en una selección de citas extraídas de determinados sutras, cuyo propósito principal estriba en impartir las enseñanzas centrales del gran vehículo de una manera estructurada. Se introducirán a continuación las principales antologías de sutras creadas en la India, Tíbet y China, las cuales continúan proporcionando guía e inspiración a las comunidades de Dharma contemporáneas (Mochizuki, 2015).
a. India
Es precisamente en la tierra que ha visto nacer a todos los buddhas, a saber, la India, donde se produjeron las antologías de sutras majayana de mayor relevancia, las cuales ejercieron su decisiva influencia tanto en la propia India, como especialmente en Tíbet y también en China. A continuación presentamos tres antologías de sutras del gran vehículo que, desde su composición original hasta el presente, cuentan con un renovado aprecio.
i. El Compendio de sutras (Sutrasamucchaya)
La antología más antigua de la que se tiene noticia es el Compendio de sutras (Sutrasamucchaya), cuya autoría se atribuye a Nagarjuna (175-204 e. c.), aunque el análisis textual evidencia una redacción posterior (c. s. IV e. c.). Del Sutrasamucchaya solo se conservan algunos fragmentos en sánscrito, pero existen traducciones completas al tibetano y al chino; asimismo, fue comentado por autoridades como Ratnakarashanti (c. 970-1045 e. c.) y Dipamkarashrijñana (Atisha) (982-1054 e. c.). La obra consiste en ciento setenta y cuatro citas extraídas de setenta y dos sutras, las cuales giran en torno a once temas que subrayan la máxima rareza de:
1) La aparición de un buddha
2) Nacer como ser humano
3) Obtener un renacimiento auspicioso
4) Tener fe
5) Aspirar al estado de buddha
6) La gran compasión
7) Eliminar condiciones obstructoras
8) Práctica sincera del Dharma como cabeza de familia
9) Tener fe en (la verdadera naturaleza de) el nirvana completo de los tathagatas
10) Tener fe en el vehículo único
11) Asumir la posición sublime y excelsa de los buddhas y bodhisattvas
ii. El Compendio del aprendizaje (Shiksasamucchaya)
La siguiente antología es el Compendio del aprendizaje (Shiksasamucchaya) de Shantideva (c. 685-763 e. c.), quien es el célebre autor de la Introducción a la práctica de la iluminación (Bodhicharyavatara). De hecho, se da cierta intertextualidad entre ambas obras, pues de las ciento treinta y tres estrofas añadidas por Shantideva a la antología de sutras del Shiksasamucchaya, treinta y tres aparecen en el Bodhicharyavatara.
Del Shiksasamucchaya se conserva el texto íntegro en sánscrito y su traducción al tibetano y al chino, así como una excelente traducción al inglés (Goodman, 2016). Fue comentado por Dharmakirti (s. VII e. c.) y Vairochanaraksita. El Shiksasamucchaya se compone de trescientas cincuenta y nueve citas extraídas de ochenta y ocho sutras, a las que se añade un comentario en verso de ciento treinta y tres estrofas. La obra se divide en diecinueve capítulos:
1) Perfección de la generosidad
2) Defensa del noble Dharma por la perfección de la disciplina moral
3) Protección del maestro de Dharma y demás
4) Renuncia de lo pernicioso
5) Renuncia de lo pernicioso por la perfección de la disciplina moral
6) Protección del cuerpo
7) Protección de las posesiones y la bondad
8) Purificación de las acciones viles
9) Perfección de la paciencia
10) Perfección de la diligencia
11) Elogio a la reclusión en el bosque
12) Preparación del pensamiento (que aspira a la iluminación)
13) Aplicaciones de la atención cabal
14) Purificación del cuerpo
15) Purificación de las posesiones y la bondad
16) Incremento de la práctica noble
17) Beneficios de los actos de veneración
18) Rememoración de las Tres Joyas
19) Incremento del estado noble
iii. El Gran compendio de sutras (Mahasutrasamucchaya)
Por último, merece señalarse el Gran compendio de sutras (Mahasutrasamucchaya) de Dipamkarashrijñana (Atisha), más conocido por su influyente obra Lámpara para el camino a la iluminación (Bodhipathapradipa). Solo se conserva la traducción tibetana del Mahasutrasamucchaya y consiste en doscientas setenta y tres citas provenientes de ochenta y tres sutras. Sus treinta y siete capítulos giran en torno a temas clave como el elogio y características de la vida monástica, sus peligros y obstáculos, la relevancia del maestro de Dharma, el discernimiento entre la verdadera enseñanza y la falsa, así como un énfasis especial en las cualidades de la aspiración a la iluminación y la virtud de la generosidad (Mochizuki, 2015, 294-95).
b. Tíbet
Aunque tradicionalmente el Dharma tibetano se haya centrado principalmente en los tratados (shastra) clásicos indios en vez de hacer uso de los sutras con el fin de fundamentar sus posiciones doctrinales, no obstante, las antologías de sutras han desempeñado un papel muy importante debido a que presentan un conjunto sistemático de enseñanzas prácticas que tienen su fuente precisamente en la autoridad de los sutras. Además de las tres antologías de origen indio ya descritas que ejercieron una extraordinaria influencia en todas las tradiciones de Dharma del Tíbet, presentaremos una de las antologías de mayor celebridad elaborada en la Tierra de las Nieves.
i. El Ornamento de la preciosa liberación (Dakpo tharjen)
Se trata del Ornamento de la preciosa liberación (Dakpo tharjen) de Gampopa Sonam Rinchen (1079-1153), que si bien no constituye una antología como tal, los temas de los tres primeros capítulos son idénticos a los del Sutrasamucchaya. Esta obra incluye un gran número de citas de sutras a lo largo de sus veintiún capítulos con las que demuestra la veracidad y relevancia del camino del bodhisattva, desde su inicio hasta su culminación en el estado de buddha. Por fortuna, contamos con una traducción actualizada al inglés, que en numerosos aspectos ha superado a la notable traducción de Herbert Guenther efectuada hace cincuenta años (Holmes, 2017).
c. China
En el caso de China, entre las diversas causas que estimularon la redacción de antologías de sutras, en especial hacia el s. VI e. c., podrían señalarse el temor generalizado ante lo que se percibía como la inminente desaparición del Dharma ―por inestabilidad política, guerras, hambrunas y catástrofes naturales―, dificultades en la difusión de los textos entre el norte y el sur del país, así como el hecho práctico de preferir compilaciones enciclopédicas que resultasen más fáciles de usar que las extensas colecciones canónicas. De su amplio repertorio, se describirán a continuación dos antologías que pueden considerarse representativas de los temas que suscitaron mayor interés entre la Sangha china, desde los tiempos medievales hasta el presente.
i. La Genealogía de los Shakya (Shijia pu)
La Genealogía de los Shakya (Shijia pu) de Sengyou (445-518 e. c.), se compone de una extensa selección de citas extraídas de sutras y vinayas referentes al linaje del Buddha Shakyamuni y su familia, la cual abarca sus progenitores, parientes lejanos y cercanos, madre política, tía, esposa, hijo y primos, tanto los amistosos (Ananda, Anuruddha y otros) como el infame Devadatta. El Shijia pu puede considerarse como el primer esbozo de una biografía crítica del Buddha, pues trata su trayectoria existencial desde una rigurosa perspectiva histórica (Durt, 2006; 2008, 119).
ii. El Bosque de perlas del jardín del Dharma (Fayuan zhulin)
El Bosque de perlas del jardín del Dharma (Fayuan zhulin) de Daoshi (c. 591-683 e. c.) constituye una extraordinaria y vasta selección comentada de citas provenientes de sutras indios y de obras históricas de origen chino. La finalidad del Fayuan zhulin es eminentemente pragmática: trata de demostrar la eficacia de un amplio número de prácticas de Dharma y para ello, sus cien capítulos integran seiscientos sesenta y ocho temas que abarcan con minucioso detalle la cosmología del Dharma en sus diversos ámbitos de existencia y unidades de tiempo y espacio, la biografía del Buddha, la veneración a las Tres Joyas y temas tan relevantes como la naturaleza del karma y su retribución. Cada capítulo concluye con el relato de acontecimientos sobrenaturales que ilustran el carácter efectivo de la práctica del Dharma si se lleva a cabo según los parámetros cosmológicos, éticos y doctrinales establecidos en las citas canónicas (Shinohara y Ziegler, 2019-2023).
Para concluir, puede afirmarse que, a diferencia de las antologías indo-tibetanas que fueron compiladas con el propósito de fundamentar la naturaleza budista de las prácticas, las antologías chinas se centraron principalmente en definir las personalidades y términos del Dharma desde una perspectiva histórica y de acuerdo con su poder transformador (Mochizuki, 2015, 299).
4. Epílogo: Los sutras del gran vehículo para los tres tiempos
A modo de recapitulación, podríamos resumir todo lo relatado hasta aquí en los siguientes puntos esenciales:
• Desde el s. I a. e. c. aproximadamente, se produjo una mutación en el paradigma espiritual de Asia y, también del mundo, de una relevancia extraordinaria que sigue perdurando en la actualidad: la emergencia del Dharma del gran vehículo centrado en la figura del bodhisattva, cuya aspiración radica en lograr el supremo estado de buddha para beneficio de todos los seres.
• El signo distintivo de este nuevo Dharma está constituido por un vastísimo cuerpo de textos designados como sutras del gran vehículo, que fueron compuestos, preservados y transmitidos por los “oradores del Dharma” de acuerdo con la inspirada elocuencia recibida de buddhas, bodhisattvas y deidades sujetas al Dharma.
• A partir de las ideas de renuncia y abandono del yo propias del Dharma inicial, el gran vehículo extendió los contenidos fundamentales del despertar del Buddha Shakyamuni con enseñanzas y prácticas que abrieron nuevos horizontes de trascendencia sin precedentes.
• Después de cierta oposición y controversia, el Dharma de las primeras escuelas basado en Nikayas y Agamas halló su continuación natural en los sutras del gran vehículo. Se establecieron así cánones abiertos en los que la corriente de la revelación de los buddhas permanece abierta de manera constante, proporcionando así nuevas enseñanzas adaptadas a los tiempos actuales.
• Todas las tradiciones del majayana implantadas originalmente en Asia y difundidas por el mundo en la actualidad, se fundamentan directa o indirectamente en los sutras del gran vehículo. De estos extraen conocimiento efectivo, inspiración creadora y orientación segura para navegar en un mundo cada vez más cambiante e incierto.
Reflexión
Después de este recorrido introductorio por los orígenes y características esenciales del majayana, ¿qué reflexiones, impresiones, o conclusiones podrías extraer de todo ello?
Foto principal
El río Kameng atraviesa la jungla de la Reserva de tigres Pakke, distrito de Kameng Oriental, Arunachal Pradesh (India). Imagen de Aparajita Datta, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons.
Bibliografía
La bibliografía completa de las cinco partes que componen este artículo sobre Los sutras del Dharma del gran vehículo (majayana) se encuentra en este enlace.
A continuación, se encuentran los enlaces a las otras cuatro partes:
Parte 1: Lo que el majayana no es: refutaciones de hipótesis erróneas
Parte 2. ¿Qué se entiende por “majayana inicial”?
Parte 3: Origen y formación de los sutras majayana
Parte 4: Principales sutras majayana
2 comentarios
El ¨Dharma¨ nos ayuda, inspira, para darnos cuenta que el camino espiritual nos abre las puertas a la purificación y libertad.
Gracias por este comentario tan extenso, conciso ,bello…. .🙏🌷
Muchas gracias Marta por tu amable comentario. Me alegro de que esta introducción a los sutras majayana te resulte tan inspiradora e interesante.
¡Que todo te sea muy auspicioso!