Durante décadas, la comunidad científica ha advertido sobre la emergencia ambiental global con evidencias cada vez más contundentes. El colapso de los ecosistemas, el agotamiento de los recursos naturales y el cambio climático representan una amenaza sin precedentes para la humanidad.
El presente modelo socioeconómico nos obliga a elegir entre mantener nuestro estilo de vida vigente o hacer cambios significativos y poder garantizar un planeta habitable para las futuras generaciones.
El budismo puede ofrecer una visión integradora para abordar estas crisis trabajando en los tres pilares fundamentales que sostienen el actual paradigma.
Contenidos
- Las tres crisis contemporáneas
- Los tres pilares que las provocan
- Reflexiones y estrategias para afrontar las tres crisis
- ¿Te animas a actuar?
1. Las tres crisis contemporáneas
Los estudios científicos muestran que hemos superado ciertos límites y, si no cambiamos el rumbo, nuestra civilización, la humanidad y la biosfera tendrán que afrontar graves consecuencias en esta década y las siguientes.
Esta crisis global abarca tres ámbitos: el clima, la biosfera y los recursos necesarios para sostener nuestra sociedad, especialmente la energía. Vamos a explorar brevemente cada uno de ellos.
a. Crisis climática
Cambios sin precedentes (en al menos un millón de años) en la evolución de las variables físicas y químicas de la atmósfera y del océano son los que dan lugar al Cambio Climático. Estos cambios son causa, en gran parte, del aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero (GEI) —como el CO2, el metano…—, producto de la quema de combustibles fósiles.
Este aumento ha tenido consecuencias desastrosas para la vida en la Tierra incluyendo cambios en los patrones de precipitación, eventos extremos más frecuentes, aumento del nivel del mar, pérdida del hielo ártico, subida de la temperatura media y desertización.
Según el IPCC (el panel de Naciones Unidas que recopila toda la evidencia científica sobre el Cambio Climático) es necesario reducir las emisiones de GEI a cero en las próximas décadas para evitar empeorar la situación presente, ya de por sí extremadamente delicada.
b. Crisis ecológica
La crisis ecológica es otro de los impactos de nuestra forma de vida. Esta está generando cambios significativos en los ecosistemas del planeta en todas las escalas, tanto espaciales como temporales.
Se están perdiendo poblaciones enteras de insectos polinizadores, disminuyendo la fertilidad del suelo, reduciendo los acuíferos, aumentando la presencia de especies invasoras, modificando la bioquímica de los océanos y bajando la producción de alimentos a nivel mundial. Todo ello supone un grave riesgo para la seguridad alimentaria.
Además, la presencia de contaminantes de todo tipo como plásticos, metales pesados y pesticidas sigue en aumento.
c. Crisis energética y de recursos
El acceso a grandes volúmenes de energía es esencial para el funcionamiento del sistema socioeconómico presente. Esto ha sido posible gracias al uso masivo de combustibles fósiles. Sin embargo, la producción de los mismos se ha estancado, y su explotación es insostenible a causa de las emisiones que generan y a su impacto en el cambio climático.
El problema vigente es la necesidad de cambiar a fuentes de energía renovable que presentan características y requerimientos de materiales diferentes y limitados. Esto reduce la capacidad de aumentar la producción energética en el futuro y puede generar escasez de recursos en una situación en la que se necesitarán cada vez más debido a las dos crisis previas.
2. Los tres pilares que las provocan
Para comprender cómo hemos llegado a esta situación y qué factores individuales y sociales han contribuido a mantener las inercias existentes, proponemos un esquema en el que el individuo se encuentra en la base del sistema de pensamiento.
En este sistema —ilustrado en la figura 1— el individuo se considera parte de la sociedad, pero separado de ella, y ambos forman parte de un ecosistema modulado por un medio ambiente cambiante, pero la sociedad también, como colectivo, se asume separada de estos dos últimos. En ese sentido, el esquema —de forma errónea— no reconoce ni la importancia de la conceptualización del individuo (cómo este se ve a sí mismo y al sistema) como pilar de esta construcción ni la separación de cada una de estas capas.
Y ¿qué sostiene esta visión —equivocada— segmentada del sistema del individuo, la sociedad, el ecosistema y el medio ambiente? Tres pilares: el individualismo, el materialismo y el progreso.
A continuación, explicamos por qué estos tres pilares son fundamentales en nuestra identidad individual y en nuestra sociedad, y por qué, a la vez, son conceptual y emocionalmente incongruentes, llevándonos inevitablemente a estados emocionales de aflicción.
a. Individualismo
Se basa en la diferenciación y el egocentrismo. Promueve la competencia como motor de cambio, y justifica la rivalidad entre individuos, grupos, países y especies.
b. Materialismo
Se enfoca en el mundo físico y vincula únicamente la satisfacción emocional con la satisfacción material, generando un mecanismo reactivo que asocia directamente consumo y felicidad.
c. Progreso
Se relaciona con el bienestar, y se espera que siempre traiga mejoras. Esto genera insatisfacción en el presente y disminuye la tolerancia a la frustración cuando la realidad no cumple con las expectativas imaginadas en el pasado.
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Desde una perspectiva budista, estos tres pilares están basados en los tres elementos que hacen girar la rueda de la existencia o samsara (figura 2).
En el eje central de esta rueda encontramos tres animales: el cerdo, el gallo (o ave) y la serpiente, que representan los tres venenos o estados emocionales de aflicción —ignorancia, deseo y aversión respectivamente— en relación con los tres pilares:
▪ El cerdo materializa la ignorancia o la confusión y hace referencia al pilar del individualismo porque, como seres, dependemos de otros seres y del medio en relaciones horizontales, no en una situación de dominación del individuo respecto al resto.
▪ representa el deseo, apego o ansia y se corresponde con el pilar del materialismo. Nuestro apego a las posesiones y a un cierto estilo de vida nos provoca estrés e inseguridad.
▪ La serpiente simboliza el rechazo o la aversión y se relaciona con el pilar de la fe en el progreso. Implica una concepción de la realidad enfocada en la expectativa de mejora indefinida que, cuando no se cumple, genera frustración y aversión al momento presente, llevándonos al enfado.
3. Reflexiones y estrategias para afrontar las tres crisis
La respuesta budista ante la tríada de individualismo-materialismo-progreso es clara: si se supera la ignorancia (individualismo), se derrumban los otros dos (materialismo y progreso).
En este sentido, una propuesta de sistema alternativo sería entender al individuo como parte de un todo formado por diferentes capas, siendo permeables y difusas las fronteras que separan cada una de ellas. Esto nos ayuda a situarnos fuera de lo que asumimos en la visión anterior, donde el individuo era la razón de todo el resto de partes (figura 1).
Si tomamos este nuevo modelo nos vemos como eje vertebrador, pero sin el excesivo autocentramiento individual y de superioridad que nos inculca la visión actual. Se propone pues un esquema alternativo en la figura 3.
Sin embargo, es difícil abordar directamente la confusión (ignorancia / ego / individualismo), por lo que se necesita una estrategia indirecta que socave los tres pilares conjuntamente. Este método debe trabajar simultáneamente en la parte racional y emocional, aplicando antídotos o alternativas a la visión individualista vigente.
a. La interdependencia y la gama del altruismo
Para desmontar el individualismo es necesario adoptar una noción conceptual de interdependencia que reconozca que un individuo no es nada sin sus conexiones con otros seres y factores ambientales.
En otras palabras, el individuo se define en gran medida por sus relaciones y acciones. El trabajo emocional para superar el individualismo comienza con la empatía, que puede llevar al amor bondadoso, a la compasión y a la bodhichitta. Cada uno de estos elementos representa una puerta de entrada que promueve la conexión y la colaboración entre individuos (para más información, ver Lección 6, Ecuanimidad, del curso Soltar del ven. Khenpo Rinchen Gyaltsen).
b. La recolección y la funcionalidad
Para combatir el materialismo se debe entender que el mundo no son solo objetos, sino relaciones funcionales entre objetos y seres. Esto reduce la reactividad del egocentrismo y diluye la identificación con el concepto de que «bienestar material es felicidad».
Emocionalmente se practica la presencia y la recolección que ayudan a crear distancia y perspectiva sobre la visión materialista, y aportan significado a la interdependencia desarrollada en el pilar anterior.
c. La impermanencia y la renuncia
La fe en el progreso se supera con el concepto de que todo cambia. Y este cambio no va en la dirección que nosotros queremos, sino que implica causas y condiciones.
El reconocimiento del cambio (y su consecuencia inmediata en nosotros que es aceptar la pérdida, la crítica, el dolor, el anonimato y sus opuestos como hechos naturales y pasajeros) nos lleva a aceptar la impermanencia de las cosas y de la vida. Con esta realización complementamos la funcionalidad interdependiente de los otros dos pilares. La dualidad ilusoria apego-aversión se derrumba bajo la realidad de la existencia misma.
El nivel práctico y emocional se cultiva contemplando que todo lo que está vivo va a morir, y meditando en el constante cambio. Esto desarrolla la renuncia, que nos aporta la necesaria distancia a esta exigencia de que la realidad se adapte a nuestras expectativas, y nos ayuda a adaptarnos al cambio causando el mínimo daño.
Estas tres estrategias nos permiten afrontar un futuro marcado por las tres crisis vigentes.
4. ¿Te animas a actuar?
El artículo propone que las tres crisis contemporáneas —climática, ecológica y energética / de recursos— se fundamentan en la separación conceptual y práctica de nosotros mismos respecto a las otras personas, a la sociedad en general y a la naturaleza, y que esto se debe a tres pilares básicos: el individualismo, el materialismo y la fe en el progreso.
Estas crisis requieren un cambio de paradigma social que se debe apoyar en una nueva visión del mundo. Para desmontar la visión dominante es necesario cultivar las contrapartes inspiradas por el Dharma, ya que el cambio nace de una transformación interna: a nivel conceptual nos lleva a aceptar la interdependencia, la funcionalidad y la impermanencia; y a nivel emocional, la renuncia, la presencia y la gama del altruismo que culmina en la bodhichitta.
Al hacerlo, podemos superar los estados aflictivos y las preocupaciones que surgen y surgirán de las crisis presentes y futuras.
Con esta nueva actitud podemos ayudar a superar colectivamente el gran reto de la emergencia ambiental.
Recursos de interés
Si quieres saber más sobre la postura del S. S. el Dalái Lama sobre la emergencia ambiental, consulta estos vídeos:
Nuestro único hogar
Necesidad de concienciación sobre la ecología
Este artículo es una adaptación de Crisis sistémica global y budismo: hacia un cambio de paradigma y Superar el paradigma actual para hacer frente a la crisis climática.
Reflexión
¿Cuál es tu experiencia respecto a las tres crisis que estamos viviendo?
¿Ves necesario este cambio de paradigma?
¡Cuéntanoslo en los comentarios!
11 comentarios
Genial… muy bien explicado, claro, conciso y conectado con nuestra practica de dharma.
no excusas para ser responsables y aplicar activamente las preciosas enseñanzas💚🙏🏽
A compartir en las redes! Vamos a ver cuantos valientes lo leen!. Y ojalá muchos lo pongamos en práctica! Gracias!
Excelente! Muchas Gracias!
GRACIAS POR ESTO. MI ENTENDER ES EL DARLO TODO!! LO QUE TENEMOS MATERIAL, Y NUESTROS CUERPOS, COMO DICE LA PLEGARIA ( TE ENTREGO MI CUERPO COMO UNA MANSIÓN CELESTIAL) NO DUALIDAD, CREAR MÁS FINCAS Y TEMPLOS, TOMAR VOTOS, SER REFERENCIA DE QUE SE PUEDE VIVIR DESDE EL NO! CONSUMISMO, CLARO ESTO IMPICA FE, Y LA GRAN COMPASIÓN. SER INSPIRACIÓN PARA OTROS, DESDE NUESTROS AMADOS MAESTROS, UNA MANERA DE RETRIBUIRLE A ELLOS NOS SALVEN LA VIDA, Y UN LEGADO AL MUNDO. ESTOY DISPUESTA….. ALGUIEN MÁS SE SUMA?? OM YESHE de Uruguay
por favor!!!! cuanta congruencia y sabiduría en este artículo, gracias por darme las pautas, el argumento que no sabía como «enganchar
«… los hilos que necesito para «unir» mis pensamientos, mis actuaciones, mi camino en el Dharma , copio y comparto con gran entusiasmo, gracias por aportarme claridad 🙂
Muchas gracias.
@Myriam: muchas gracias por leer el artículo, me alegro que te haya sido útil y que te anime a practicar más el Dharma.
@Graciela: ciertamente se necesita valentía para afrontar las crisis en las que estamos sumergidos, también para practicar. Muchas gracias por tu comentario y por compartir.
@Elina: gracias por leer el artículo y por tu comentario
@Om Yeshe: gracias por tu comentario y tu apreciación, debemos tener entregar todo aquello que realmente no nos deja avanzar en el camino y nuestro apego excesivo a lo material es uno de esos aspectos. Ser un ejemplo como comentas es la mejor manera de transmitir lo que el Dharma nos da y lo que puede darnos.
@Cristina: gracias a ti por el comentario, por el interés y por compartir. El artículo solo es una ‘traducción’ de lo que los maestros nos transmiten.
@Marta: muchas gracias por el comentario y por leer el artículo.
Muchas gracias ,por este articulo y el efecto y empatía que genera en tod@s ,¡tanto que entender y comprender!, y con una «visión´´ mas clara y lucida de el mundo que nos rodea ,para cuidar nuestra vida, que es la de todos los seres.
🤍
Gracias por el artìculo, no podemos desconectarnos de la interdependencia, como se nos olvida eso en las actividades cotidianas, podemos elegir mejor y cuidar el medio ambiente desde nuestro accionar….Saludos desde Perù.
Gracias por una explicación tan aclaradora que nos ayuda a entender mejor poniendo en palabras este sentir y inquietud que muchos compartimos.