En las majestuosas cumbres del Tíbet, donde las montañas rozan el cielo, comienza una de las historias más fascinantes del budismo tibetano.
La Tradición Sakya, pilar fundamental del budismo tibetano, hunde sus raíces en un relato mítico que nos cuenta cómo los dioses de la Luz Clara descendieron a la región más alta de la Tierra de las Nieves.
Este recorrido histórico nos lleva desde los orígenes divinos del linaje Khon, pasando por los Tres Reyes del Dharma, artífices de la consolidación del budismo en el Tíbet, hasta la fundación del monasterio que daría nombre a toda la Tradición. En esta entrada, exploraremos cómo este linaje milenario, heredero directo de Mañyushri, el Buddha de la Sabiduría, ha custodiado y transmitido enseñanzas esenciales que aún hoy florecen.
Acompáñanos en este viaje a través de los cuatro momentos fundacionales de la Tradición Sakya-Khon, una historia entretejida con mitos ancestrales, reyes visionarios, monjes pioneros y traductores brillantes que transformaron para siempre el paisaje espiritual del techo del mundo.
Contenidos
- Cuatro momentos fundacionales de la Tradición
- Fundación de la Tradición: reyes, traductores y primeros monjes
1. Cuatro momentos fundacionales de la Tradición
En el transcurso de la historia, la Tradición Sakya del budismo tibetano atraviesa cuatro grandes momentos fundamentales. Al seguir el desarrollo del linaje de la familia Sakya-Khon recorremos gran parte de la historia del Tíbet. Este linaje, uno de los más antiguos y extensos de la región de los Himalayas, ha transmitido su legado espiritual a lo largo de generaciones, marcando profundamente la evolución del budismo tibetano.
Inicialmente, y tras la llegada de tres dioses a los Himalayas y su consolidación en el lugar, la Tradición Sakya fue conocida como el linaje de los dioses del Reino de la Luz Clara. Posteriormente, una vez asentadas cinco generaciones en la región, el linaje fue conocido como Khon. Luego, Sakya, y casi simultáneamente el linaje de los dioses del Reino de la Luz Clara, completando así las cuatro denominaciones con las que la Tradición es conocida actualmente.
a. El linaje de los dioses del Reino de la Luz Clara
En la antigüedad, a partir de la historia mítica de sus orígenes, la Tradición Sakya-Khon llegó a ser conocida como el linaje de los dioses de la Luz Clara. Esta designación se remonta al descenso de tres principales dioses de Luz Clara (en tibetano, Osel) en la alta región de los Himalayas. Aquellos dioses eran los hermanos llamados Chiring, Yuring y Yusé.
Se dice que cuando los dioses celestiales luminosos llegaron al reino humano, descendieron sobre la región más elevada de la Tierra de las Nieves. Algunos se refieren a este lugar como Shelkar, “La montaña de cristal” (Chogye Trichen Rimpoché, 2008, 27-28); otros dicen que fue en un lugar llamado Ngari, y otras fuentes la identifican como la montaña Sheltsa Gyalpo (S. Em. Asanga Vajra, 2022, 5:18).
Años más tarde, dos de los tres dioses retornaron a su hogar celestial. Sin embargo, el segundo hermano, Yuring, permaneció en las tierras nevadas, donde tuvo siete hijos. El más joven de ellos, Masang Chiji, también tuvo descendencia. Él fue el tatarabuelo de Yapang Kyé, quien se casó con la princesa-vampiro Yatuk Silima, con quien tuvo un hijo que heredó el linaje de los dioses.
El nacimiento de este niño ocurrió en plena guerra, por lo que recibió el nombre de Khon Bar Kye. En tibetano, Khon significa conflicto u hostilidad; bar, en medio; y kye, nacido. Así, su nombre puede traducirse como el nacido en medio del conflicto.
La guerra a la que hace referencia su nombre se había desatado entre los dioses de Luz Clara y una clase de seres sobrenaturales que habitaban las profundidades del Tíbet, similares a los raksasa (entidades místicas de naturaleza aflictiva en la cosmología de la antigua India).
b. El linaje Khon
La guerra finalizó con el triunfo del descendiente de los dioses de Luz Clara. A partir de entonces, tomando el nombre del niño nacido en medio del conflicto, el linaje pasó a ser conocido como el linaje Khon, denominación que continuó empleándose hasta el siglo XI.
—Khon Konchok Gyalpo (1034-1102), fundador de la Tradición Sakya y el primer Sakya Trichen. Fuente: Sakya History—
c. El linaje Sakya
En 1073, se fundó en la región de Sakya, al sur del Tíbet central (Tsang), el primer monasterio, llamado Gorum Zimchi Karpo. Este monasterio fue construido por Khon Konchok Gyalpo (1034-1102) y, poco después de su inauguración, el linaje adoptó su denominación definitiva, pasando a conocerse como la Tradición Sakya. Khon Konchok Gyalpo jugó un papel clave en la institucionalización y expansión de esta tradición.
Desde entonces y hasta el presente, el liderazgo de la Tradición se mantuvo de manera sucesiva hasta llegar a Su Santidad Sakya Trizin 41, Gongma Trichen Rinpoché, y sus descendientes, Sus Santidades Sakya Trizin 42, Ratna Vajra Rinpoché, y Sakya Trizin 43, Gyana Vajra Rinpoché.
Así, el término Sakya designa tanto el emplazamiento donde se erigió el primer monasterio como la tradición filosófica budista surgida a partir de su establecimiento. En ocasiones, ambos términos se combinan bajo la denominación Sakya-Khon para referirse conjuntamente a la familia y su linaje espiritual.
d. El linaje de Mañyushri
Después de aquel primer período fermental y como fruto de la proximidad kármica de la familia Khon con el Buddha de la Sabiduría, Mañyushri, también se conocerá a la Tradición bajo un tercer nombre: «el milagroso linaje hereditario de Manyusri» (Chogye Trichen Rimpoché, 2008, 33). Esta denominación surge debido al carácter erudito de sus representantes y a una particular conexión establecida por Sachen Kunga Ñingpo (1092-1158), hijo de Khon Konchok Gyalpo.
Sachen Kunga Ñingpo es considerado el primer fundador espiritual y filosófico de la Tradición, ya que fue quien sistematizó y transmitió sus enseñanzas fundamentales, definiendo el enfoque distintivo de la práctica budista en la Tradición Sakya.
A la edad de doce años, mientras Sachen Kunga Ñingpo realizaba un riguroso retiro dedicado a Mañyushri naranja, esta manifestación del Buddha de la Sabiduría se presentó ante el excepcional niño. En la visión, Mañyushri le otorgó al primer fundador la instrucción oral de Separarse de los cuatro apegos. A partir de ese momento crucial en la transmisión de enseñanzas y debido a la profundidad de la instrucción, la Tradición también será conocida como el linaje de Mañyushri.
—Mañyushri, el Buddha de la Sabiduría. Esta obra proviene del Templo Mañyushri Lhakhang en Sakya, Tíbet, ubicado en el segundo piso del edificio Drolma Lhakhang, conocido por sus murales que representan numerosas manifestaciones de Mañyushri. Fuente: Himalayan Art—
2. Fundación de la Tradición: reyes, traductores y primeros monjes
El ingreso de las enseñanzas budistas al Tíbet desde la India fue un proceso gradual. La transmisión de discursos, comentarios y tratados legítimos sobre las enseñanzas del Buddha se produjo en oleadas sucesivas, a través de maestros que impartían sus conocimientos y traductores que facilitaban el acceso a los textos sagrados.
A partir del siglo VI, y especialmente tras la unificación del imperio tibetano y la creación del alfabeto tibetano en el siglo VII —promovida por el rey Songtsen Gampo (circa 617-650)—, se establecieron las condiciones propicias para la consolidación del budismo. La administración política y religiosa desempeñó un papel clave en esta difusión, en particular a través de los llamados Tres Reyes del Dharma.
Sin embargo, el arraigo definitivo del budismo no puede señalarse sino hasta el siglo VIII, con la fundación de Samye, el primer monasterio budista de la región y sede de la Tradición Ñingma. Allí se estableció la primera comunidad monástica ordenada, asegurando la continuidad del Dharma y su expansión en el Tíbet.
Hasta entonces, predominaba en el territorio la tradición animista de los Bon, una práctica espiritual que coexiste con el budismo hasta nuestros días. En la historia del Tíbet, como hemos visto, debemos esperar al siglo XI para el surgimiento de la Tradición Sakya.
a. La palabra Sakya: su significado
El uso del vocablo Sakya proviene de la región donde se estableció el primer monasterio de la Tradición. Históricamente, el área elegida para su construcción estaba rodeada por un círculo de tierra gris y contaba con una montaña en forma de elefante, conocida como Ponpori. De este paisaje surgió su nombre, que puede traducirse al castellano como tierra clara, blanquecina o gris, según la interpretación de la palabra.
De esta misma raíz surge la palabra Sakyapa, denominación empleada para designar tanto a la línea de los principales traductores en filosofía de la Tradición, como al conjunto de sus seguidores. De entre los primeros, destacan los llamados Cuatro Grandes Traductores o lotsawas en tibetano. Estos son: Bari Lotsawa (1040-1112), Drokmi Lotsawa (992-1043 o 1072), Mal Lotsawa (siglo XI) y Rinchen Sangpo (958-1055).
Para evitar confusiones, conviene distinguir los distintos usos de la palabra Sakya en el contexto tibetano de su significado en la India. En este último caso, la palabra suele escribirse Shakya y designa la región donde nació el Buddha Shakyamuni en el siglo VI a. e. c.
b. Sarma: el nuevo ciclo de traducciones
Originariamente, las tradiciones budista Sakya-Khon y Ñingma tuvieron estrechas conexiones, pues algunos descendientes Khon fueron seguidores Ñingma. Como señala Su Santidad Gongma Trichen, la relación de los Sakya con esta otra Tradición budista es comparable al vínculo con un abuelo, pues «de allí provenimos originalmente» (Gongma Trichen Rinpoché, 2016, 14). Algunos de estos ñingmapas fueron excepcionales practicantes que destacaron por ser discípulos directos de Gurú Padmasambhava (circa 717-762), especialmente durante el siglo VIII. También se distinguieron por sostener la veneración de algunas deidades como Vajrakilaya, cuyas prácticas rituales fueron preservadas y difundidas por la familia Khon.
Es importante precisar que fueron seguidores de la Tradición Ñingma quienes iniciaron la primera labor de traducción de las enseñanzas budistas, dando origen al ciclo de traducciones antiguas. Esta tarea representó la primera transmisión del budismo en el Tíbet y sentó las bases para su desarrollo.
Las restantes tres tradiciones, incluida la Tradición Sakya, pertenecen al ciclo de traducciones nuevas o Sarma. Este ciclo se desarrolló en un período posterior, durante una intensa labor de traducción de textos sánscritos al tibetano, llevada a cabo principalmente entre los siglos X y XI.
—Los Tres Reyes del Dharma de Tíbet: Songtsen Gampo (izda.) Trisong Detsen (centro) y Rey Ralpachen (dcha). De la colección del Museo Tibet House, Nueva Delhi. Fuente: Himalayan Art—
c. Los Tres Reyes del Dharma
El budismo llegó al Tíbet desde la India en dos grandes oleadas de transmisión. La primera se inició hacia finales del siglo VI y se extendió a lo largo de los siglos VII y VIII. La segunda tuvo lugar entre los siglos X y XI, con un nuevo impulso promovido especialmente por Atisha (982-1054).
En la primera oleada, destaca la figura del rey Songtsen Gampo (617-650), quien consolidó la unificación del territorio tibetano bajo su mando. Como monarca y adepto budista, encomendó a Tonmi Sambhota (siglo VI) la creación del primer alfabeto tibetano, diseñado con el propósito de traducir las palabras del Buddha y los comentarios de sus discípulos. De este modo, el alfabeto tibetano surgió con una finalidad precisa: facilitar la difusión del Dharma.
Siguiendo este primer impulso, su descendiente, el rey Trisong Detsen (742-798/800), continuó fortaleciendo la presencia del budismo en la región, estableciendo el célebre monasterio Samye. Más tarde, otro de sus sucesores, el rey Ralpachen (806-838), también conocido como Tritsun Detsen, consolidó la labor de sus predecesores, promoviendo la llegada de maestros y artistas, embelleciendo templos y apoyando activamente la traducción de textos sagrados al tibetano. Este último rey también se dedicó personalmente a traducir enseñanzas y a embellecer los templos y recintos sagrados con la colaboración de artistas provenientes de reinos vecinos.
Por la magnitud y eficacia de sus esfuerzos en la expansión del Dharma, estos tres monarcas —Songtsen Gampo, Trisong Detsen y Ralpachen— son venerados como los Tres Grandes Reyes del Dharma en la historia del Tíbet.
—Shantarakshita. Esta pintura del siglo XIX representa episodios biográficos de la vida de este monje budista, destacando su viaje a Tíbet, donde fue fundamental en el establecimiento del budismo. Fuente: Rubin Museum of Art, Public domain, via Wikimedia Commons—
d. Los primeros monjes del Tíbet
A lo largo del siglo VIII, destaca en la historia tibetana la labor conjunta de Gurú Padmasambhava (aproximadamente 717-762), el gran Abad Shantarakshita (725–788) y el Rey Trisong Detsen (742–798). Este último, monarca de la región y practicante del Dharma, fue quien invitó a los anteriores para que viajaran desde la India a Tíbet.
Cuando el Abad Shantarakshita llegó al Tíbet con el propósito de erigir el primer monasterio dedicado a la difusión de las enseñanzas, se encontró con serias dificultades en la construcción. Ante estos obstáculos, sugirió al rey Trisong Detsen que invitara a Gurú Padmasambhava. Una vez llegado Padmasambhava, logró convertir a las fuerzas hostiles de las deidades locales en protectoras del Dharma, permitiendo finalmente la edificación del primer monasterio budista del Tíbet, Samye.
Además de traer enseñanzas invaluables al Tíbet y superar obstáculos espirituales en la región, Padmasambhava inició un ciclo muy importante de transmisiones espirituales. Después de la construcción de Samye y de manera paralela, el Abad Shantarakshita dispuso la ordenación de siete monjes, la primera en Tíbet, con el objetivo de unificar el poder espiritual. Estos monjes fueron conocidos como los Siete Hombres a Prueba, ya que no se sabía si serían capaces de mantener sus votos y preceptos como mendicantes budistas. Por lo tanto, fueron ordenados y puestos “a prueba”.
El conjunto de candidatos incluía a siete personas: tres de edad avanzada, tres jóvenes y uno de mediana edad. Todos ellos recibieron la ordenación monástica completa, conocida en sánscrito como bhikshu. Entre los tres candidatos jóvenes se encontraba un miembro perteneciente a la familia Khon. Su nombre era Khon lu Wangpo Sungwa (siglo VIII), también conocido como Khon Nagendrarakshita o Khon Lu’i Wangpo Sungwa.
—Khon Nagendrarakshita, discípulo del Guru Padmasambhava y uno de los primeros siete monjes ordenados en Tíbet, los llamados “Siete Hombres a Prueba”. Fuente: Rigpa Shedra—
e. Khon Nagendrarakshita
Khon Nagendrarakshita destacó por ser el más sabio de entre sus compañeros. Durante algunos años, sirvió a Gurú Padmasambhava y recibió instrucciones directas de este gran maestro. Asimismo, tradujo al tibetano muchos de los discursos del Buddha y de los comentarios sánscritos.
Tanto él como su hermano menor, Dorjé Rinchen, recibieron importantes iniciaciones y enseñanzas esotéricas. Los hermanos Khon se convirtieron en practicantes budistas tras su encuentro con Gurú Padmasambhava. A partir de entonces, la línea genealógica del linaje se sucedió ininterrumpidamente hasta llegar al siglo XI.
En este siglo, otros dos hermanos del linaje, conocidos como Kohn Rok Sherab Tsultrim y Khon Konchok Gyalpo (1034-1102), destacaron por haber sido los depositarios de las enseñanzas del mantra secreto Ñingma (Thuken Losang Chokyi Nyima, 2017). Este último se convirtió en el fundador del primer templo que daría origen a la Tradición Sakya.
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En esta entrada, nos adentramos en la fascinante historia de los nombres que ha recibido la Tradición Sakya, destacando los momentos más importantes de su desarrollo. Exploramos cómo el budismo se consolidó en Tíbet, destacando la influencia transformadora de los Tres Reyes del Dharma, figuras clave en la expansión de sus enseñanzas.
Un aspecto fundamental de este viaje ha sido la genealogía de la familia Khon, cuyo linaje tejió con maestría las oleadas de transmisión del Dharma en el Tíbet. Dos grandes períodos de traducción marcaron su camino: la primera oleada, vinculada a la Tradición Ñingma, y la segunda, la de Sarma, en la que florece la Tradición Sakya.
A lo largo de esta travesía histórica, resaltamos tanto la importancia de las figuras esenciales de la Tradición Sakya-Khon como los procesos que han dado forma a esta rica y profunda tradición budista tibetana.
En nuestra próxima entrada, nos sumergiremos en el legado de los Cuatro Traductores, quienes, con su sabiduría, dejaron una huella imperecedera en la traducción y expansión de la Tradición Sakya.
Imagen principal: Monasterio Sakya, también conocido como Pel Sakya, fue fundado en 1073 por Khon Konchok Gyalpo, quien se convirtió en el primer Sakya Trizin. Está ubicado en la región de Sakya, a unos 127 km de Shigatse, Tíbet. Fuente: Antoine Taveneaux, CC BY-SA 3.0, via Wikimedia Commons
Reflexión
La Tradición Sakya ha mantenido su linaje ininterrumpido durante siglos.
¿Qué significado tiene para nosotros la continuidad de la transmisión en las enseñanzas filosóficas y espirituales?
Bibliografia
La bibliografía completa de las cinco partes que componen este artículo sobre Historia de la Tradición del budismo tibetano se encuentra en este enlace.
Te proporcionaremos un enlace a cada parte de este artículo en nuestras redes sociales a medida que se publiquen. ¡Manténte atento/a!
Parte 2. Consolidación de la Tradición Sakya a través de los Cuatro Traductores
Parte 3. Los cinco grandes maestros fundadores de la Tradición Sakya
Parte 4. Las escuelas y subescuelas de la Tradición Sakya
Parte 5. Características filosóficas de la Tradición Sakya
Parte 6. Tradición Sakya: renovación y continuidad
2 respuestas
Virginia:Muchas gracias por la enriquecedora historia sobre la tradiccion Sakya.
Esperamos el proximo articulo.
Muchas bendiciones.
Muchas gracias Virginia por este contenido tan ilustrativo es muy interesante conocer la tradición que tanto me ha aportado☸️.
Saludos