Hace unas semanas estaba esperando en el mostrador de la farmacia del Stupa Community Hospital, cerca de Boudhanath (Katmandú, Nepal). Mientras el empleado buscaba los antihistamínicos que la médica me había recetado, yo me entretenía mirando las decenas y decenas de estantes llenos de medicamentos. Entonces un pensamiento me cruzó la mente:
“Si estuviera aquí completamente solo, ¿cómo podría encontrar el medicamento que necesito?”.
Esta es la misma situación que mi maestro, el ven. Khenpo Rinchen Gyaltsen, utiliza a menudo como analogía para atender una experiencia muy común entre los estudiantes del budismo tibetano. Ven. Khenpo la resume como:
En el Dharma, tener las llaves de la farmacia no es suficiente.
Al menos en teoría, nadie le pondría pegas a eso, ¿verdad?
Contenidos
- La analogía clásica del desarrollo espiritual
- A tus anchas en la farmacia
- La ventaja del maestro
- Los siguientes pasos
1. La analogía clásica del desarrollo espiritual
Si estamos enfermos, el proceso a seguir es bastante obvio:
• Ir al médico
• Obtener un diagnóstico
• Recibir una receta
• Ir a la farmacia
• Obtener el medicamento
• Comenzar a tomarlo
La misma lógica se aplica a nuestro estudio y práctica del Dharma. Como dice S. Em. Deshung Rinpoché 3 en Los tres niveles de percepción espiritual (2018, p. 198):
También puede ser útil aquí que se vean a ustedes mismos como el paciente, y a vuestro gurú como el doctor. Si alguna vez estuvieron enfermos, ustedes saben que la relación ideal entre paciente y médico es una de confianza, o fe, en su habilidad y en su medicina; entonces, si todo va bien, la salud será recuperada. Ahora bien, todos nosotros por naturaleza estamos afligidos por la ignorancia. Esta surge debido a la creencia errónea en un yo sustancial, verdaderamente existente. El gurú conoce todo acerca de esta enfermedad de la ignorancia, su cura, las medicinas a recetar, y sus dosis. Las palabras del Buddha son el remedio para la ignorancia…
Como Rinpoché explica, la mejor manera de acercarse a las enseñanzas del Buddha es estableciendo primero una relación de confianza con un gurú cualificado y después siguiendo sus consejos. El gurú actúa como el médico: receta el tipo y dosis de enseñanzas y prácticas del Dharma que cada uno de nosotros necesita implementar para curar nuestra enfermedad más básica y existencial: la ignorancia.
2. A tus anchas en la farmacia
Lo ideal, en resumen, es una relación de maestro/médico, estudiante/paciente y Dharma/tratamiento.
Ahora, el practicante promedio del budismo tibetano que no está siguiendo la guía de un gurú normalmente se encuentra ante un camino alternativo bastante diferente: una plétora de enseñanzas, iniciaciones, transmisiones orales, instrucciones esenciales, rituales y demás eventos que se celebran regularmente por todo el mundo y en los que es libre de participar.
Después de unos años siguiendo este enfoque, el practicante acumula toda una colección de prácticas muy profundas, muy inspiradoras y, a menudo, muy desajustadas al nivel en el que se encuentra. Llegado ese momento se plantea cómo organizar su práctica, y ahí se encuentra ante la tesitura que describe el ven. Khenpo Rinchen:
Esa persona tiene las llaves de la farmacia. Pero nada ni a nadie que le pueda orientar.
Y de todas las opciones que ahora tiene a su disposición, ¿cuál elige?
La respuesta es… que será casi imposible que tome la decisión correcta.
Sin un maestro, por mucho acceso que tengamos a las enseñanzas espirituales más sagradas y nobles y transformadoras y sublimes que puedan existir, no vamos a poder saber cuáles son las que realmente necesitamos implementar ahora mismo.
Y ¿por qué?
Porque somos un despropósito a la hora de autodiagnosticarnos.
3. La ventaja del maestro
El caso es que, como seres no iluminados que somos, todos estamos limitados. Los responsables son unos velos internos tan gruesos como ―al menos a plena vista― invisibles: patrones de conducta, aflicciones emocionales, egocentrismo e ignorancia. Todos ellos filtran nuestra realidad, presentándola de maneras tan caprichosas como distorsionadas.
Entre esos velos se encuentran el orgullo y la arrogancia. Ambos tratan de mantenernos en un pedestal ―como mínimo, ante nuestros propios ojos― tanto como sea posible. Como consecuencia, es extremadamente difícil identificar correctamente nuestros problemas y determinar qué enfoques funcionarán mejor para atenderlos.
En términos de la analogía de la farmacia, esta situación es la misma que la de no tener estudios sobre medicina y, aun así, elegir un medicamento a ciegas para, al menos, no sentirnos tontos.
La ventaja del maestro, como la del médico, radica en que puede ver nuestra situación desde fuera y a la luz de su formación y experiencia. Gracias a ello, puede prescribir un tratamiento que se adapte a nuestra condición particular.
Y ese último punto, «nuestra condición particular», es muy importante.
La premisa es que todos compartimos el mismo potencial para alcanzar la iluminación. Pero, al mismo tiempo, el trasfondo de cada uno de nosotros es único. Por eso, cada practicante necesita un tratamiento espiritual único: algo que funciona de maravilla para alguien puede ofrecer poco beneficio o incluso dañar a otra persona.
4. Los siguientes pasos
Ahora, supongamos que hemos decidido seguir la guía de un maestro. Hemos recibido el buen consejo y la orientación de uno, lo hemos implementado y, después de unos meses, hemos empezado a experimentar los beneficios.
Ahora, ¿qué?
En ese momento nos encontramos en una nueva línea de salida. Hemos mejorado lo suficiente como para que nuestra aflicción disminuya, pero definitivamente no lo suficiente como para alcanzar la iluminación. Aún queda trabajo por hacer y nueva medicina por tomar. Así que lo que hacemos es volver al gurú y pedirle más instrucciones.
¿Qué implica esto? Que el camino espiritual, al igual que un tratamiento médico, es un proceso. La continuidad es necesaria. Seguir de manera regular la guía de un maestro cualificado es tan esencial como haber recibido su consejo al principio. De acuerdo con todos los grandes maestros, esta es la única manera de progresar a largo plazo.
Y, ¿tú? A la hora de elegir qué practicar, ¿alguna vez has dudado sobre tu decisión?
¡Cuéntame en los comentarios!
Imágen de Angel Sinigersky en Unsplash
15 respuestas
«…somos un despropósito a la hora de autodiagnosticarnos», ¡me encanta!
Muchas gracias, ven. Gyaltsen. 🙏
Completamente, a veces quisiera poder consultarle mis dudas…. Aún así sigo sus tratamientos e indicaciones, muchas gracias Ven. Gyaltsen por este artículo.🪷
El maestro es sin duda fundamental ya que las personas interpretamos las enseñanzas según nuestros dogmas, nuestros modelos mentales, a nuestra conveniencia cayendo en el autoengaño. Si vamos a los libros hay muchas cosas que no sabemos cómo interpretarlas perdiendo información importante que podemos aplicar a nuestra vida. Es de agradecer de manera infinita que existan los maestros que de manera generosa y altruista nos ayuden en el camino. Muchas gracias por el artículo. Saludos
Muchas gracias Ven. Gyaltsen por tus palabras. Puede ser que seamos un despropósito o no…creo que si no lo escuché mal al Ven. Khempo Rinchen es que tenemos que creer en nosotros, y si bien por ahí no podemos ser veraces a la hora de diagnosticar nos si podemos ver un poco dónde estábamos cada vez que nos perdíamos, que te puede mantener en ese camino, restablecer los parámetros de lo que estabas haciendo y porqué…como cuando iniciaste una carrera una profesión…porque hay una motivación! En algún momento si bien un maestro siempre te saca del atolladero o cuello de botella, en algún momento uno tiene que discernir y si sale mal ya sabes que por ahí no era. Un abrazo afectuoso.
Que hermoso artículo Ven. Gyaltsen. Da alegría reconocer y da gozo aceptar, que de aquí a la iluminación necesitamos tomar la medicina “a la medida”, prescrita por nuestros maestros y aceptar con confianza que una vez que la medicina hace efecto, vendrá la siguiente, y la siguiente, y siguiente pues entre mas “sanitos” seremos de mas beneficio para todos los seres.
Muchos saludos Ven. Gyaltsen 🙂 🙏🏼
El maestro inspira y ayuda a despertar nuestro potencial y con su ejemplo a no separar lo humano de lo divino.
Gracias por la explicación
Aquí se nos destaca la importancia del maestro como guía espiritual. Para mi, aunque, igual nunca hable con él, es una maravilla poder escucharle y comentar sus enseñanzas en el círculo. Me transmite paz, confianza y un poquito de sabiduría. Aún me queda mucho camino por recorrer. Mil gracias, por estar aquí, acompañandonos, a todo el equipo Paramita.
La medicina: un lujo que agradeceré eternamente a vosotros, maestros que hacéis la práctica del Dharma accesible al mundo de habla hispana. ¡Cuánto lujo! Muchas gracias.
Grata pelo texto e bela analogia Veneravel .Eu sigo os ensinamentos de Veneravel Kempo Rinchen. Não falo com ele e não tenho um mestre com que possa falar individualmente, mas como diz o Metre temos que trabalhar como que temos, com a realidade atual e sou muito agradecida a Paramita pelasua generosidade.
Grata pelo texto e bela analogia Venerável .Eu sigo os ensinamentos de Venerável Kempo Rinchen. Não falo com ele e não tenho um mestre com que possa falar individualmente, mas como diz o Mestre temos que trabalhar como que temos, com a realidade atual e sou muito agradecida a Paramita pela sua generosidade.
Venerable Gyaltsen: Felicidades por tu artículo y gracias por todo lo que aportas, ten una Larga Vida!!!
Venerable Gyaltsen, gracias por este artículo tan sencillo y profundo a la vez. Yo dudo y confío todos los días a partes iguales. Tengo absoluta fe en las enseñanzas, dudo cuando todos los días se me presentan situaciones retadoras y me descubro que no soy quien creo ser, me recupero a través de las enseñanzas del maestro y me refugio en las 3 joyas. Poco a poco, más despacio de lo que quisiera, aunque creo que eso también es un campo de trabajo. Saludos.
Muchisimas gracias venerable Gyaltsen, es muy cierta e interesante la analogía.
Sin embargo me pregunto a veces cómo puede ser que sólo un ser se haya curado/iluminado con esa medicina desde hace 2.600 años. Seguramente peque de ignorancia de la historia del budhismo, ya que llevo tan solo unos 3 años estudiando en Paramita con el venerable Khempo, pero me parece que desde el budha histórico Sakyamuni/ principe Sidarta, no se ha iluminado nadie más.
Disculpa que me vengan esos pensamientos, pero me animaría más saber que poco a poco van apareciendo seres que se iluminan, ni que sea uno cada 1.000 años! Por otro lado también tengo pensamientos nobles y bellos hacia del budhismo, y sigo estudiando, orando y reflexionando para obtener más sabiduría y salir del ciclo de Samsara, curarme y ayudar a que todos los seres se iluminen. Gracias de todo corazón venerable
Muchas gracias a todos por vuestra lectura y amables comentarios 🙏
@paolamflores Estoy de acuerdo en que tenemos que creer en nosotros mismos y en lo importante que es tratar de discernir cuándo hemos cometido un error (y solucionarlo). En el artículo quería resaltar la importancia del maestro a la hora de guiarnos en el camino, eligiendo las prácticas y enseñanzas (es decir, las medicinas) más convenientes para nosotros en cada momento. Una vez hemos recibido esas instrucciones y las ponemos en práctica, como en cualquier otra actividad, habrá momentos de acierto y error, y ahí es cuando nosotros tendremos que hacer todo lo posible por identificar esos errores y atenderlos. Y por supuesto, cuando no seamos capaces de resolver alguno, seamos incapaces de detectar ciertas trabas o hayamos hecho suficiente progreso como para necesitar nuevas instrucciones, entonces la figura del maestro será de sumo valor.
@yolanthem Sí, entiendo la inquietud que planteas. A lo largo de la historia ha habido muchos practicantes que han logrado la iluminación, tanto desde los primeros niveles (los llamados «bhumis» de los bodhisattvas) como la iluminación completa. En la tradición Sakya contamos con muchos maestros y practicantes que han alcanzado estos logros. Quizá los más destacados en la Tradición Sakya son el gran majasiddha indio Virupa (siglo VII, https://www.paramita.org/virupa-iluminacion/) y Gaton Ngawang Lekpa (siglos XIX-XX, https://www.paramita.org/11-claves-camino-espiritual-gaton-lekpa/).
Un saludo afectuoso en el Dharma para todos.
Muchas gracias V. Gyaltsen por este artículo!!!
Gracias a tener precisos maestros podemos aprender y entender el tesoro del ¨ Dharma¨ paso a paso. Ell@s nos guían con compasión y sabiduría hacia la ¨Iluminación¨.🙏🌷🤍